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Aimar Olaizola, el sábado en el Ogueta.
«Tengo el mismo hambre de triunfos que a los 18 años»
Aimar Olaizola, Pelotari

«Tengo el mismo hambre de triunfos que a los 18 años»

Contento tras su última txapela, el de Goizueta reconoce que no sabe «dónde está el límite», y tampoco le obsesiona «seguir sumando titulos»

JUAN PABLO MARTÍN

Lunes, 16 de diciembre 2013, 07:58

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El día después de conseguir su séptima txapela en el torneo del Cuatro y Medio en el frontón Ogueta de Vitoria, Aimar Olaizola lo dedicó a otra de sus grandes aficiones. Se levantó a las siete de la mañana para ir al monte a cazar con su hermano Asier. Hacía tiempo que la pelota le había tenido demasiado enfrascado y necesitaba despejarse un poco. La noche del sábado no hubo la celebración habitual a los triunfos. La hora a la que terminó el partido complicó las cosas, «y muchos de los que iban a venir querían asistir al Campeonato Absoluto de Bertsolaris que se disputaba hoy -por ayer- en el BEC de Barakaldo», señala. Por lo que la fiesta fue algo más íntima, entre su entorno más cercano, y se retiró pronto a casa.

Ayer estaba «contento» por lo conseguido. «Siempre que se gana el día después es mucho más ameno y se hace más llevadero. No he dormido muy bien por el cansancio, pero tampoco le di muchas vueltas al partido», añade. El de Goizueta tampoco es de los que se crece a pesar de que el sábado por la noche siguió haciendo historia con su séptimo título. «Estoy muy a gusto con lo conseguido pero no soy de los que les da muchas vueltas. Cuando termine mi carrera en la pelota será entonces el momento de valorar todo lo logrado», zanja.

De momento, tampoco quiere pensar más allá de que «es una txapela importante. No me obsesiono con seguir sumando títulos», añadió. Reconoce que ser el dominador de la última década en cuanto a la 'jaula' hace referencia «es bonito», y que no sabe «dónde está el límite». «Igual no vuelvo a ganar otra», apunta.

Algo de miedo

Por eso concede la misma importancia a la primera y a la última txapela conseguidas. «Tengo el mismo hambre de triunfos que cuando tenía 18 años». Y al igual que en otras ocasiones a la hora de la dedicatoria del título conseguido, su padre fallecido estuvo muy presente. «En los últimos años han sido para él y también para mi hijo».

No sabe si la séptima ha sido la más dura, «porque en otras también he tenido dificultades», pero sí tiene claro que el campeonato de este año puede que haya sido «uno de los más complicados» con la sobrecarga de los abductores de por medio. «No he podido entrenar el físico durante tres o cuatro semanas por culpa de las molestias y tenía algo de miedo de cómo podría afrontar el choque definitivo. Sin embargo, pude comprobar que estaba bien y fue una de las claves de la victoria porque Irujo terminó más cansado que yo». Ayer tenía la zona «algo cargada», pero nada que no puedan solucionar con unos días de descanso antes de que comience el campeonato de Parejas, que se abrirá el próximo fin de semana.

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