Shakespeare Mozart Armstrong Correa Pérez, hasta la coronilla de bromas

Sus padres, quizá en un intento de que su hijo tuviese un nombre muy muy ilustre, le hicieron la puñeta. Sí, el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Por eso le bautizaron, queremos pensar que de buena fe, con el nombre de Shakespeare Mozart Armstrong. Imaginamos que de chaval no lo pasó del todo bien en el colegio, sobre todo cuando pasaban lista. Pero al hacerse mayor -ahora tiene 19 años-, es de suponer que las burlas irían a menos y serían más comedidas... ¿O no? Pues parece que Shakespeare Mozart Armstrong Correa Pérez -al menos sus apellidos son normalitos- sigue teniendo problemas. Y ahora, a lo grande. En las pasadas elecciones, al ir a votar al Liceo San José del municipio de Quillota, a 131 kilómetros de Santiago, mostró el carné al vocal de la mesa y éste, sorprendido y muerto de la risa, decidió sacarle una foto al documento y colgarlo en Facebook. Eso ocurrió el día 17. Tanto éxito tuvo que pronto saltó a Twitter. Y llegó la locura: el cachondeo adquirió proporciones masivas, tanto que él se enteró por su hermana, dos días después, de que su DNI arrasaba en las redes sociales. Al parecer, no se percató en el momento de votar de la maniobra del graciosillo.

"Yo recién me enteré dos días después de las elecciones cuando mi hermana me dijo que una foto mía andaba dando vuelta en Internet. Ha sido una burla terrible. Nunca lo sufrí ni siquiera estando en el colegio", admitió Correa Pérez. "Nunca me hicieron 'bullying' en el colegio y ahora una persona adulta, con juicio, llega y hace esto, una estupidez", ha manifestado a web Soy Quillota.

Sin "mala intención"

Ciertamente, la ocurrencia del vocal es de antología. Primero, porque es una irresponsabilidad y segundo, porque él mismo tiene un nombrecito que no está para reírse de nadie: Henry Elías Jadue Palma. El autor de la broma tiene 20 años y parece que ahora ya no se ríe tanto. Asegura que no tuvo "mala intención" y ha pedido disculpas. De hecho, recapacitó y la bajó la foto a los diez minutos de colgarla. Pero ya era demasiado tarde, el nombre de Shakespeare Mozart Armstrong ya volaba libre. "Tengo la absoluta convicción de que cometí un error que debo asumir y reiterar mi arrepentimiento y pedir que Shakespeare y su familia consideres mis excusas", ha afirmado a la prensa. Pero el afectado de largi e ilustre nombre no está satisfecho: ha presentado una querella contra el servicio electoral que organiza el trabajo de los vocales. Además, veremos si esta experiencia le deja como secuela una irrefrenable tendencia a la abstención... y a guardar su DNI en la mazmorra más oscura del mundo.