En busca del baremo para medir la sanción de Urdaibai

1 segundo y 72 centésimas. Ésta es la distancia en la que entraron las tres primeras tripulaciones en la Bandera de La Concha 2013. Los de Bermeo se hacían con la victoria en una de las regatas más apretadas que se recuerdan. Algo histórico, pero que quedó empañado por la rigurosa descalificación de Urdaibai en los despachos dando lugar a la victoria de Hondarribia.

La exclusión de la 'Bou Bizkaia' se debió al recurso presentado por la 'Ama Guadalupekoa', en la que alegaba que en el largo de vuelta la trainera vizcaína había cruzado sus remos en varias ocasiones con Hondarribia en la propia calle por la que bogaba la embarcación guipuzcoana. La pregunta es, ¿realmente este 'supuesto' choque de remos fue motivo suficiente para su exclusión? ¿Hondarribia perdió tiempo tras esta acción?

Si echamos un vistazo atrás en el tiempo encontramos situaciones parecidas con resultados distintos. En 2001, Castro, con José Luis Korta al frente, se llevó la bandera de La Concha tras remontar a Orio en la segunda jornada de regateo con choque de remos incluido. No paso nada y nadie dijo nada. Sin embargo, en 2005 las cosas fueron diferentes y la trainera de Pedreña fue descalificada tras la impugnación presentada por Orio al considerar que los cántabros habían invadido la calle de los 'aguiluchos' y chocado con sus palas.

"Choque de embarcaciones"

Repasado el Código de Regatas en el que basó la decisión, el abordaje consiste "en el choque de embarcaciones o contacto de remos impidiendo la boga de los implicados a menos que ocurra de una manera tan ligera que, a juicio del árbitro, no pueda tener influencia en el resultado de la regata". En otro apartado se recoge que "la invasión de calle consiste en la entrada o irrupción de una trainera en una calle distinta a la que le fuere asignada de forma que se condiciona, impide o dificulta la boga de otra embarcación".

La normativa parece que es clara. Sin embargo, no se aplica de la misma forma. Por lo tanto, habría que preguntarse las siguientes cuestiones: ¿por qué si el juez de mar no consideró que influyera en el desenlace acabo siendo descalificada? ¿Dónde está el baremo de los jueces para determinar la influencia en la regata si Castro en el 2001 no fue descalificada y Pedreña en el 2005 sí que lo fue? ¿No es necesaria una profunda reflexión y unificación de reglamentos? Extrañas decisiones que no han hecho más que empañar la mayor fiesta del remo vasco.