"Hay pakistaníes que trabajan por 550 euros al mes"

A la problemática existente en el sector de la construcción en Bizkaia, con jornadas maratorianas y sueldos exiguos, si se atiende al tiempo dedicado al trabajo, se le sigue añadiendo un fenómeno que el Gobierno vasco prometió hace dos años que iba a combatir con dureza. La llegada de operarios transnacionales, en su gran mayoría portugueses o de Europa del Este, continúa "dinamitando" el mercado, según denuncian los sindicatos.

"No tenemos nada en contra de los obreros que vienen de fuera", afirma Alberto Cristóbal, responsable de intervención de la Federación de Industria de LAB. "Pero nos están generando un gran perjuicio porque trabajan incumpliendo el convenio y admitiendo situaciones que son denigrantes tanto para el gremio como para ellos mismos, como obreros".

Txema Herrero, secretario general de la Federación de Construcción de CC OO en Euskadi, expone uno de los casos más sangrantes. "En Santurtzi hay una obra pública de vivienda que emplea a unos ciudadanos de origen pakistaní que cobran 550 euros al mes", asegura. "Ellos firman una nómina de 1.200 euros, como si los hubieran recibido, pero entregan al patrón una parte importante para pagar el alojamiento, la manutención o vete a saber qué", critica.

El fenómeno se acentúa cuando la obra tiene una envergadura importante y las empresas que ejecutan el proyecto subcontratan a otras firmas. En la obra pública también es muy habitual que una adjudicataria acabe encargando determinados trabajos a compañías extranjeras para maximizar el beneficio. Se han dado casos de denuncias, pero para cuando Inspección de Trabajo ha investigado el caso en Portugal o Rumanía, las mercantiles ya han desaparecido.