Tráfico fluido en la jornada de la gran prueba de los nuevos accesos a Bilbao

La normalidad parece imponerse en el nuevo acceso a San Mamés a medida que transcurren las horas. A las 18.00 horas de la tarde de hoy desde Tráfico informaban de que aparte de densidad de tráfico en algunos puntos de la capital vizcaína, la situación de la circulación era fluida por lo general. Continuaba así la buena racha mantenida a lo largo de la jornada. Y es que al igual que sucedía a media tarde, a las 14.00 horas tampoco se producía ninguna retención a la hora de entrar en la capital vizcaína aunque el tráfico se desarrollaba con lentitud en los carriles de salida sin llegar a formarse largas colas de vehículos.

Asimismo, la nueva infratestructura viaria superaba esta mañana su verdadera prueba de fuego. Tras el atasco generalizado del sábado en su estreno y después de que ayer se registraran momentos de densa circulación, la infraestructura que sustituye al viejo 'scalextric' de Sabino Arana ha aprobado el examen de su primer día laborable. Y eso que había un tráfico importante, ya que, al regreso al tajo de los trabajadores y la vuelta de los estudiantes a los centros educativos, ha habido que añadir el tránsito de camiones hacia las cercanas obras del nuevo campo del Athletic y un accidente de un camión en la entrada de Miraflores, una de las entradas que quedaba libre de cambios. A pesar de este cúmulo de circunstancias adversas, el amplio dispositivo policial preparado para la ocasión ha evitado que se generen caravanas.

Eso sí, sobre las 8.30 horas ha habido algunos problemas por la lentitud de la circulación -achacable al desconocimiento de los conductores- que hacían presagiar un nuevo caos. Sin embargo, la fluidez se ha ido recuperando poco a poco. El punto más delicado ha sido el de la Avenida Zunzunegui, donde los agentes no han dejado de pitar insistentemente para animar a los conductores a ir con más ligereza. Sin embargo, de 7.00 a 9.00 horas -la franja más complicada- los conductores sólo han tardado una media de cinco a seis minutos en acceder a la villa por la nueva entrada.

De hecho, conductores como Jose Mari han asegurado que "todo ha ido con normalidad hasta llegar a Zunzunegui)". En la misma línea se expresaba Javier, un transportista al que le ha "gustado mucho" su nuevo camino. Incluso ha habido personas que han tardado menos que por Sabino Arana.

El Ayuntamiento advirtió ayer de que este lunes podía ser un día peliagudo. Y no sólo hoy. «Las primeras semanas van a ser complicadas hasta que todos los conductores aprendan los recorridos», admitió el concejal de Circulación y Transportes, Asier Abaunza. Tras la decepción que para muchos supuso hace dos días el atropellado debut de una infraestructura que ha costado casi cinco años de esfuerzo y 215 millones de euros de inversión, tanto el Consistorio como la Diputación han hecho un llamamiento a «la calma» y «la tranquilidad».

Capacidad para 50.000 vehículos

Ambas instituciones trabajan «coordinadas en todo momento» y confían en que el nuevo sistema funcione a corto plazo. Opinan que poco a poco la ciudad se irá reequilibrando. El cambio ha sido importante. El cierre de Sabino Arana ha supuesto cortar de raíz una arteria por la que, en el último lustro, han circulado a diario más de 65.000 vehículos, con picos de hasta 90.000. Las nuevas galerías que se descuelgan desde Basurto tienen una capacidad máxima de 50.000. Para paliar el déficit que arroja la sustitución de un vial por otro, las autoridades han abierto la entrada por Juan de Garay, que llevaba cerrada desde 2002. El pasado viernes, el tráfico creció un 23% en el entorno de Irala y Zabala.

Ayer, los técnicos municipales y forales trabajaron duro para realizar los últimos ajustes antes del decisivo examen. Se aprovechó el hecho de que la lluvia dio un respiro para acabar de rematar las marcas viales, ya que la pintura no agarra con el agua. Además, se retocó la programación de los semáforos de la calle Zunzunegui -que se ha convertido en el verdadero punto caliente del nuevo mapa de tráfico de la capital vizcaína- para que los coches no se queden bloqueados en medio de la calzada. Por último, se reforzó la señalización, muy criticada en el estreno por los conductores, para intentar que los vehículos se distribuyan a lo ancho de todos los carriles, sobre todo en la boca del túnel que desemboca en la Escuela de Ingenieros. A juicio de Abaunza, este cañón de acceso perdió «casi un tercio de su capacidad» el sábado por el desconocimiento de los automovilistas y las insuficientes indicaciones vigentes en ese momento. Sin embargo, el edil vizcaíno restó importancia al embotellamiento en la jornada del estreno: «Es algo con lo que contábamos. No conozco ninguna ciudad que haya hecho cambios en accesos principales desde la autopista y que el primer día no haya tenido problemas».