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300 kilos de desesperación caben en un sofá
la adolescente más gorda de gran bretaña

300 kilos de desesperación caben en un sofá

Georgia Davis, de 19 años, vive 'atrapada' en un sillón del que no puede moverse por su enorme sobrepeso

SOLANGE VÁZQUEZ

Martes, 26 de marzo 2013, 10:51

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Como a todas las chicas de su edad, a Georgia Davis, de 19 años, le gustaría salir de marcha, arreglarse, enamorarse... ser la reina del baile, vamos. Sin embargo, sus sueños de adolescente están atrapados bajo la mole de 300 kilos en que se ha convertido su joven cuerpo, que no puede mover de un sillón. De hecho, sus ilusiones y su desproporcionada anatomía están atrapadas -más bien encajadas- en ese sofá donde pasa las 24 horas del día. Incluso duerme en él, si es que se puede llamar dormir a echar cabezaditas interrumpidas cada dos horas a causa de los dolores que sufre por una alarmante infección en una pierna y por la incómoda postura que se ve obligada a adoptar para descansar, según publica el periódico 'The Sun'.

Georgia, que ostenta el triste récord de ser la joven más gorda de Gran Bretaña, ya ha intentado en muchas ocasiones solucionar sus problemas. Y alguna vez ha estado muy cerca de conseguirlo. Tras someterse a un montón de dietas sin resultado, se sometió a una carísima operación para lograr controlar su apetito. Y perdió 100 kilos durante su estancia en el hospital. Sin embargo, al regresar a casa y verse libre de la vigilancia de los médicos, recuperó el peso perdido. "La comida me pierde, no puedo abrir un paquete de galletas y comerme sólo una. Me como todo el paquete", resume.

"No puedo cocinar en este estado"

Aunque es consciente de que su vida corre peligro y de que su existencia es una pesadilla, Georgia, que vive con un amigo en la localidad galesa de Aberdare, ve con impotencia como su problema se desboca: "Intento comer sano, pero no puedo cocinar en este estado", asegura. Así que echa mano de la comida basura. Un circulo vicioso. Y cada bocado la ata más fuerte a ese sillón que se va a convertir en su tumba si no se ataja su brutal sobrepeso. Ella dice que, a pesar de sus fracasos en el pasado, seguirá intentando adelgazar. Mientras tanto, sigue sentada, inmensa y desesperada, en su sillón, donde pasa los días viendo la tele y leyendo novelas románticas de vampiros, donde los protagonistas son eternamente jóvenes, bellos, fascinantes.. y no hay que preocuparse por las calorías.

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