Una orca sumergible, el último juguete para millonarios

Tiene la potencia de un deportivo y se pilota como un avión de combate. Pero Seabreacher Y es una nave biplaza para hacer acrobacias en el mar. O para asustar bañistas, ya que tiene el aspecto y las dimensiones aproximadas de una ballena asesina.

La versión estándar de esta embarcación cuesta alrededor de 100.000 dólares (80.000 euros) y tiene un motor de 255 caballos. En su cabina pueden viajar dos personas hasta unos 65 kilómetros por hora. Los fabrica la empresa californiana Innespace, que asegura que su principal función es sustituir a los animales reales en exhibiciones acuáticas. «La gran ventaja de subirse en una de las orcas de Innespace es que no hay riesgo de que te coma», aseguró un trabajador de la compañía.

Seabreacher Y es la última versión de esta clase de embarcación, casi única en el mercado. Sus creadores llevan ya cuatro años fabricando y vendiendo lanchas sumergibles similares, que imitan a otros animales. Seabreacher J tenía aspecto y capacidades de delfín, mientras que Seabreacher X imitaba a un tiburón blanco.

Aunque los principales clientes de Innescape son las empresas que gestionan parques acuáticos o eventos promocionales, también venden a particulares. Desde la empresa explican que una de las primeras unidades de Seabreacher Y fue un modelo modificado (con un motor de 300 caballos, capaz de rozar los 100 kilómetros por hora) para un cliente en Abu Dhabi.

Una de las peculiaridades de las naves Seabreacher es su capacidad para sumergirse un poco. Según explica la propia empresa, apenas pueden hundirse más allá de uno o dos metros, puesto que su motor necesita aire para funcionar, pero es suficiente para despúes hacerla saltar como lo haría una orca de verdad. Además, las embarcaciones son estancas, y flotan por si mismas, por lo que tienen, aseguran, pocos riesgos. «La mayoría de pilotos lo manejan con soltura en tan solo un par de días», afirman desde Innescape.

Debido a sus características, las embarcaciones Seabreacher se registran igual que las motos acuáticas, y tienen que cumplir sus mismos criterios de seguridad. En Estados Unidos están homologadas para utilizarse bajo los mismos parámetros. Según explica Innscape en su página web, ya han vendido sus lanchas en Corea, EE.UU., el caribe y los emiratos árabes. Si adquieres una, te invitan a participar en carreras con otros dueños ¿Cuánto tardará en llegar a Europa?