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el soniquete

2012, año tulliano

Jethro Tull, o más bien su líder, Ian Anderson, reedita 'Aqualung', publica 'Thick as a brick 2' y promete gira mundial

Miguel Pérez

Viernes, 17 de febrero 2012, 13:46

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Un tulliano no nace, se hace. Sucede como con los trekkies, que en la cuna nunca llegaron a imaginarse que un día seguirían a un tipo de orejas puntiagudas llamado Mr. Spock allí donde las galaxias le necesitaran. Un tulliano es más o menos su versión musical. Define a los admiradores de Jethro Tull. A los fans de la legendaria banda británica de rock progresivo nacida en 1968 y liderada por el iconoclasta Ian Anderson, un tipo que, bien mirado, posee un ligero parecido con Mr. Spock y del que nadie, en 44 años de andadura, ha sabido explicar por qué en sus conciertos toca la flauta sobre una sola pierna, cuando resulta más cómodo hacerlo sobre las dos. ¿Fanático de 'Kung Fu'? ¿Picor eterno en una pantorrilla? Nadie lo sabe y él tampoco lo cuenta, pero la inconfundible silueta de la garza se ha convertido en el emblema de la gira mundial que el músico escocés iniciará tras la publicación el próximo 2 de abril de 'Thick as a brick 2', la secuela de la inmensa ópera que el grupo creó en 1972 revolucionando los estándares del género.

La expectación es grande. En España no hay fecha aún para que recale el tour. Pero si cientos de tullianos. En julio pasado, en su convención anual, celebrada en Gavá (Barcelona), acudieron más de un millar de miembros de este singular club. No falto el propio Anderson. Bastantes habían pasado la crisis de los cuarenta y ya estaban recuperados. Qué buen antibiótico es el tiempo. Pero que nadie piense en ellos como una pandilla de frikis. Son la razón por la que un tipo echa los restos allí arriba aferrado al mástil de su guitarra. Organizan conciertos, celebran debates, aman la música, siguen a su banda. Tullianos. Colegas. Muchos grupos querrían tener detrás un apoyo de esas características.

Jethro Tull se ha ganado ese seguidismo a pulso. En los setenta tuvieron el acierto de definir un sonido capaz de encandilar tanto a los adeptos de Led Zeppelin como a quienes se rendían al hipnótico rock conceptual de Camel. Luego, han pasado por todos los periodos posibles, desde el folk rock hasta la etapa más electrónica. Y por todas las alineaciones posibles, con 22 cambios de músicos en su biografía. Otra novedad consistía en que era posible hacer rock con una flauta sin que desentonara con la guitarra de Martin Barre (el largo solo que interpreta en 'Aqualung' está considerado uno de los mejores de la historia del género) ni la garganta del propio Anderson, cuya voz podía hacerte temblar en un callejón oscuro. Huelga decir que el sonido tulliano no era precisamente el más adecuado para festejar San Valentín, aunque para eso siempre había una cassette de Air Supply tirada en algún lugar del coche.

Una canción de ¡45 minutos!

Y, ahora, de nuevo, en la carretera. La segunda banda en activo más veterana del rock (solo le superan los Rolling Stones, Mick Jagger tiene cuatro años más que Ian Anderson) saldrá de gira a partir de que publique la continuación de 'Thick as a brick', disco por el que durante décadas nadie hubiera apostado un euro a que sería posible dotarle de una secuela. No en vano, se trata de un ejercicio monumental de rock conceptual. Un homenaje a la complejidad y el virtuosismo rayano casi en el egocentrismo. El álbum lo compone una única canción de ¡45 minutos!. Por fortuna, cuando se grabó en 1972 no existía el cedé, de modo que hubo que fraccionarla en dos partes para alojarla en las caras A y B del vinilo. En medio, se podía comer o ir al baño. La letra recoge un poema de Gerald Bostock, un niño ficticio de ocho años, con un rosto que parece haber pasado muchas horas visionando 'La naranja mecánica', brillante literato, pero que cae en desgracia tras pronunciar un insulto en un programa de televisión y ser denunciado por una menor a la que supuestamente ha dejado embarazada. Bueno, eran 'aquellos' años. Con tales mimbres, no es extraño que Jethro Tull renunciara a interpretar 'Thick as a brick' más allá de su gira de presentación en 1972, hartos de que el público mostrara signos de cansancio en algunos pasajes de tan larga pieza.

Sin embargo, el que tuvo, retuvo. Si hace 40 años Anderson se atrevió con tal opus, ahora parece no importarle el delicado momento que atraviesa el mercado discográfico para lanzar 'Thick as a brick 2', en coincidencia además con una nueva reedición en formato de lujo de la obra más legendaria de la banda: 'Aqualung', cuya caja, por seguir la estela de la monumentalidad, contendrá un DVD con nada menos que cincuenta vídeos. Tardes de domingo, temblad. Bien es cierto que, en esta ocasión, 'Thick as a brick' constará de diecisiete temas y que el veterano flautista sabe que cuenta con la complicidad del público, siempre fiel a sus conciertos. La gira ya tiene bolos contratados hasta enero de 2013. Ian Anderson será el protagonista absoluto : Jethro Tull es meramente una marca de su propiedad y no conserva ninguno de sus miembros originales, salvo el propio Anderson. La banda que suba con él al escenario será la que le ha acompañado en los últimos años y no está previsto que se le una su antiguo escudero, el brillante Martin Barre, enfrascado ahora en otros menesteres; el fundamental, su próxima gira veraniega con un supergrupo en el que, atención, figuran Mick Fleetwood (Fleetwood Mac), John Helliwell (Supertramp), John Wetton (Asia) y Jon Anderson (Yes). Una dura competencia para el ahora cincuenton Gerald Bostock.

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