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Sábado, 15 de octubre 2011, 19:39
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El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, que acudirá el lunes a la Conferencia de San Sebastián, es un personaje controvertido. El reverendo Ian Paisley y gran parte del unionismo lo consideraron durante años "un terrorista disfrazado de político marxista" y un destacado miembro del IRA, bajo cuya responsablilidad directa situaban numerosos atentados perpetrados en Inglaterra y en el Norte de Irlanda. Para otros, es uno de los verdaderos arquitectos del proceso de paz y un dirigente visionario con extraordinarias dotes de liderazgo.
Nacido en Belfast el 6 de octubre de 1952 en el seno de una familia vinculada al IRA, Adams se perfila en su juventud como un gran activista político. Como muchos de sus correligionarios, fue "internado" sin derecho a juicio en 1972. Ese mismo año, cuando contaba con tan sólo 24, las autoridades británicas ya le consideraban lo suficientemente importante como para liberarle y permitir que acompañase a una delegación negociadora del IRA. Después del fracaso de aquellas conversaciones, inició una carrera meteórica que le llevó a ocupar puestos de responsabilidad en el IRA, entre ellos, la jefatura suprema del Consejo Armado.
Aunque Adams todavía lo niega, en periodos clave del conflicto ha hablado con gran autoridad de las intenciones de la banda terrorista, al tiempo que era considerado como un político con gran visión de futuro.
Durante las huelgas de hambre de principios de los ochenta, que propiciaron la histórica elección de Bobby Sands a la Cámara de los Comunes británica, Adams reconoció inmediatamente la valía de las urnas para la causa.
Urnas y armas
En 1983, Adams consiguió un escaño en el Parlamento británico, que nunca ha llegado a ocupar, pero representó una gran victoria para la estrategia del movimiento republicano de la época, partidario de la combinación de "urnas y armas". Su gran relevancia le convirtió en el blanco más deseado por los paramilitares protestantes y, en 1984, sobrevivió a un atentado perpetrado por la Asociación para la Defensa del Ulster (UDA), la banda unionista más numerosa de la provincia, en el centro de Belfast. Su éxito electoral no sólo enervaba a los protestantes, los Gobiernos británico e irlandés veían también con preocupación su constante ascenso.
Londres y Dublín elaboraron en 1985 el llamado "Acuerdo Anglo-Irlandés" con el propósito de reforzar la figura del nacionalista moderado John Hume, líder del Partido Socialdemócrata Laborista (SDLP). No obstante, el propio Hume decidió tres años más tarde celebrar conversaciones secretas con Adams ante el fracaso del plan británico-irlandés.
Alto el fuego en 1994
El llamado "proceso Hume-Adams" facilitó el alto el fuego el IRA de 1994, el cual propició un clima de relativa paz que duró hasta la firma del histórico acuerdo del Viernes Santo, firmado en Belfast el 10 de abril de 1998.
Durante su carrera, Adams ha conseguido llevar al movimiento republicano hasta posiciones que los más tradicionalistas no hubiesen aceptado jamás.
En 1998, el 90% del partido respaldó la decisión de su presidente de sentarse en la Asamblea norirlandesa, un hecho histórico si se tiene en cuenta que el Sinn Fein acudió a las elecciones generales de 1997 en el Reino Unido con el eslogan "No a la vuelta a Stormont".
Seis años después, contribuyó decisivamente al desarme final del IRA yen 2007 obtuvo un rotundo apoyo del Sinn Fein para que el movimiento republicano aceptase, por primera vez en su historia, la autoridad de la Policía y Justicia norirlandesas.
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