Borrar
último pleno

Bilbao se despide de nueve concejales

La emotiva entrega de medallas de la ciudad cierra una etapa días antes de comenzar el nuevo mandato

TERESA ABAJO

Miércoles, 8 de junio 2011, 09:21

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

«Los tiempos son tan austeros que en el último pleno, ni agua». Nadie se acordó de repartir los vasos, al igual que el orden del día la aprobación de cuentas pendientes de 2010 pasó desapercibido. El detalle le sirvió a Iñaki Azkuna para espantar las emociones con un comentario socarrón, en un día tan propenso «a la nostalgia y la melancolía». Para nueve concejales bilbaínos era su despedida, un trago más o menos amargo y aderezado con una buena dosis de recuerdos. Las más veteranas, Julia Madrazo y Begoña Gil, dejan atrás dieciséis años de intensa vida municipal.

El plenó acabó con el Agur jaunak y en el Salón Árabe les esperaban Los Cinco Bilbaínos para amenizar la recepción. Mientras ensayaban sonaron notas de Yesterday. «Me cuestan mucho los cambios», reconoció el alcalde en funciones. «Me había acostumbrado a este pleno para lo bueno y para lo malo». A todos les agradeció su trabajo, «según su concepto de Bilbao». También la «disparidad de criterios, porque eso es la democracia», e «incluso alguna bronca». ¿Qué serían los plenos sin los rifirrafes? «En la controversia también se hace amistad, a veces más duradera y profunda. Si he molestado a alguien por mi forma brusca de hablar, lo lamento», se disculpó.

Luego les impuso la medalla de oro de la ciudad también les entregó una reproducción de la Casa Consistorial y les despidió con dos besos o un apretón de manos. Sólo reservó un abrazo para Julia Madrazo, su socia de gobierno durante los últimos ocho años. Tras la foto de familia, les cantaron Bilbao de mis amores, de Carmelo Larrea. Y entonces brindaron con una copa de cava. Agua de Bilbao.

Julia Madrazo (EB) 1995

«Nunca imaginé que estaría tanto tiempo»

OEl «año y medio como mucho» que pensaba estar Julia Madrazo en el Ayuntamiento de Bilbao se ha alargado nada menos que dieciséis años. «Nunca imaginé que iba a estar tanto tiempo», reconocía ayer la portavoz de Ezker Batua en su despedida como concejal. Visiblemente emocionada, pero «no triste, sino contenta y agradecida», la hasta ahora teniente de alcalde se despidió de sus compañeros asediada por los recuerdos. «Cuando entro por esta puerta me acuerdo de cuando estaba embarazada, de la lactancia...». Tres hijos y cuatro legislaturas después, Madrazo puede afirmar que «las cosas más importantes de mi vida me han pasado mientras estaba en este Ayuntamiento». Sin embargo, en lo esencial, su día a día no ha cambiado tanto: «Vivo en la misma casa, tengo la misma pareja, salgo con mis amigos de toda la vida, tomo los zuritos en el mismo bar...», explica. De su labor en el gobierno municipal en los últimos dos mandatos, le resulta difícil destacar un proyecto concreto, pues «tan importante me parece haber estado en la presentación de Zorrozaurre como en una comunidad de propietarios inaugurando su ascensor para catorce vecinos». Ahora se volcará en su vida personal y tratará de «compensar un poco a mis hijos por el tiempo que no les he podido dedicar». El «buen ambiente que se respira en casa» desde que saben que dejará la vida pública es el mejor aliciente.

Begoña Gil (PSE) 1995

«Mi salida es una sorpresa reflexionada»

OLa vida de Begoña Gil ha cambiado radicalmente en los dieciséis años que lleva como concejal. «Entré con 28 y prácticamente toda mi vida adulta ha estado vinculada al Consistorio». Se ha casado, ha formado una familia y ha acabado viviendo en Ajuria Enea, algo que entonces «ni me hubiera imaginado». De su labor, tanto en el gobierno como en la oposición, se queda con «la cercanía con los ciudadanos» y «el privilegio de haber vivido de cerca la transformación de Bilbao». Confiesa sentirse «especialmente orgullosa» del Servicio de Urgencias Sociales las 24 horas del día que puso en marcha como responsable de Acción Social, o de «la regeneración urbanística de Otxarkoaga» que impulsó como presidenta del distrito 3. Sólo empañan sus buenos recuerdos «los años duros del terrorismo» y el verse «escoltada desde hace once años». Su salida del Ayuntamiento es «una sorpresa muy reflexionada», fruto de los resultados electorales. Pensaba compaginar la concejalía con su nuevo escaño en las Juntas Generales, «pero la realidad es tozuda y creo que debo incorporar al proyecto a otro compañero». Su puesto lo ocupará Goyo Zurro, mientras ella tratará de que la Diputación «sea más cercana y se parezca más a un ayuntamiento».

Isabel Sánchez Robles (PNV) 1999

«Me he enganchado a todo lo que he hecho»

OAl verla en las listas municipales del PNV en 1999, su tío, José Luis Robles, le dio «buenos consejos» y le hizo una advertencia: «Isabel, tal como tú eres, lo vas a pasar muy mal». Lo decía por su experiencia como alcalde y porque conocía su carácter fuerte y emotivo. «Me he ido enganchando a cada cosa que he hecho», relata. Y en el Ayuntamiento ha ejercido de casi todo. Empezó en Salud y Consumo. Después pasó a Protección Civil y Circulación, donde gestionó el cambio de la OTA y puso en marcha el primer plan de movilidad. Luego se puso al frente de Hacienda, el área más vinculada a su trayectoria profesional, y en el último mandato ha dirigido Relaciones Ciudadanas y Turismo y Fiestas. Se la ha visto disfrutar en ruedas de prensa vestida de sufragista o de personaje de Grease, pero ella asegura que ha sido carnavalera «toda la vida, incluso cuando en Bilbao no se llevaba disfrazarse». Ayer no había máscara para ocultar las emociones. Ser concejala ha sido «un orgullo, una experiencia llena de contrastes y matices». Un ciclo que para ella termina «porque los tiempos políticos tienen que tener principio y final, y es bueno volver a tu puesto de trabajo». Funcionaria de carrera de la Diputación, es jefa de sección en el Departamento de Acción Social, donde trabajará en programas como los viajes Adineko. En la despedida tuvo un recuerdo especial para su secretaria, Isabel Mendizabal, que en estos doce años «ha sido para mí mucho más, una magnífica asesora. Como una segunda madre, aunque no tiene edad para eso».

Carlos García (PP) 2003

«He librado durísimas batallas en los plenos»

OEstá por ver quién recoge el látigo que deja Carlos García. Los periodistas que cubren la información municipal le nombraron «incordio» del equipo de gobierno por su empeño en sacar punta a los expedientes y sus intervenciones en los plenos, especialmente sobre aparcamientos y polideportivos. «He librado durísimas batallas, pero como en el fútbol, siempre con deportividad», dice. «La relación personal ha sido magnífica con todos los concejales». Su «paradoja» es que, después de castigar tanto al PNV, su voto dará la alcaldía de Elorrio a los jeltzales al romper el empate con Bildu. Se tomó «como un reto personal» recuperar el concejal que los populares perdieron hace cuatro años «por un voto» en este municipio «con falta de libertad». Y lo ha conseguido. «Azkuna me ha dicho: ánimo y suerte, que vas a un sitio difícil». Sus dos mandatos como concejal en Bilbao son una buena escuela. Llegó con 25 años y ya se había estrenado como edil en Sondika. Ha aprendido la lección de la cercanía con los vecinos, que ha trasladado a Elorrio. «La inmensa mayoría de la gente, y no sólo votantes del Partido Popular, me ha recibido estupendamente, y eso me anima a seguir». Tras pasar allí «mañana, tarde y noche» durante mes y medio «hablando con vecinos», piensa alquilar un piso en el pueblo. Así estará más cerca de Vitoria, ya que va a compaginar la labor municipal con una nueva responsabilidad en la consejería de Interior.

Jon Sustatxa (EB) 2003

«Antes era un pipiolo y he madurado mucho»

OEl actual responsable de Bilbao Kirolak reconoce que cuando llegó al Ayuntamiento «me metieron bastantes goles». Será porque «cuando entré como concejal era un pipiolo y creo que desde entonces he madurado muchísimo», afirmaba ayer Jon Sustatxa en su despedida como edil de Empleo, Juventud y Deportes. Ocho años después se marcha con la satisfacción de haber hecho «una labor magnífica» en Bilbao Kirolak, de haber impulsado el Jet Lag Bio desde el área de Juventud y de haber mejorado la calidadde vida de los sin techo como concejal de Acción Social, con iniciativas «como el albergue de baja exigencia o el centro de noche invernal». De su paso por el Consistorio se queda «con los compañeros», de los que valora su «honradez», y con el equipo de profesionales que le ha acompañado en su carrera política, «porque he tenido muy buenos trabajadores en las dos áreas». Ahora sólo piensa en alargar la excedencia que pidió al entrar en el gobierno municipal y «coger vacaciones». Confiesa que ya le han llamado de la empresa donde trabajaba y de «alguna entidad relacionada con la educación social», pero «también quiero descansar». Sin embargo, «como no soy millonario y necesito trabajar, a la vuelta del verano tendré que ponerme manos a la obra como cualquier bilbaíno».

Ana de Castro (PNV) 2003

«Los cargos tienen fecha de caducidad»

ODespués de dos mandatos en el equipo de gobierno, Ana de Castro decidió apearse de la lista del PNVporque considera que «los cargos públicos tienen fecha de caducidad», y también por motivos personales. Madre de tres hijos adolescentes, cree que «la presencia de una ama en casa se hace imprescindible. Cuando eran pequeños ocupaban, ahora preocupan». En el Ayuntamiento ha sido concejala de Euskera, el campo al que se dedicó desde el mundo de la enseñanza, y ahora volverá a su puesto de funcionaria en el Departamento de Cultura de la Diputación. Se va convencida de que «se han puesto unos cimientos sólidos en la normalización de la lengua en Bilbao, aunque el gran reto es el uso cotidiano». Pero su experiencia más intensa la ha vivido como presidenta del Consejo de Distrito de Uribarri. Vecina de Castaños, se ha acostumbrado a atender quejas en la calle o en el supermercado. «La gente se te acerca y a mí eso no me molesta, me reconforta. Te identifican con el problema y también con la búsqueda de soluciones».

José Lorenzo Delgado (PSE) 2007

«Mi vocación es el servicio público»

O«Con normalidad y satisfacción», así sale del Ayuntamiento de Bilbao José Lorenzo Delgado tras una incursión en política que ha durado una legislatura. «Normalidad porque es lo que tiene que caracterizar el ejercicio de la política y satisfacción por haber trabajado durante estos cuatro años con un gran grupo de personas», explica. Discreto en los plenos, le gustaría que se tuviera más en cuenta «el trabajo que no se ve en intervenciones públicas, el que se hace a pie de calle, en reuniones con vecinos, escuchando sus problemas». Ha desarrollado su labor «en un distrito emblemático como es San Francisco». De su trabajo valora especialmente «el trato con la gente», aunque las mayores satisfacciones que le ha dado la política han llegado «cuando hemos sido capaces de solucionar los problemas que nos planteaban los vecinos». Responsable de recursos humanos en Correos, donde lleva «veinte años trabajando», no aparcó su empleo cuando entró en el Ayuntamiento, sino que convirtió su dedicación plena en un trabajo a tiempo parcial. Ahora «volveré a dedicarme en exclusiva, porque mi verdadera vocación es el servicio público».

Mari Carmen Sánchez (PP) 2008

«Te empapas de los problemas de la gente»

OA partir del sábado será concejala de Leioa. Mari Carmen Sánchez se incorporó al Ayuntamiento de Bilbao en 2008 tras la marcha de Antonio Basagoiti, su primer cargo público con el PP tras haber sido juntera socialista en los años noventa. «Amí la política me apasiona y en el Ayuntamiento he aprendido a empaparme de los problemas de la gente, que pasa muchas fatigas, y tenemos que ser capaces de resolverlos», destaca. Ha desarrollado su labor en los distritos de Santutxu y Otxarkoaga-Txurdinaga, su entorno más próximo. «Me gusta patear la calle. Creo que cualquier cargo público tiene que tener alma de concejal». Un uniforme que se lleva «las 24 horas del día». Miembro de la comisión de Interior del PP, en los plenos ha defendido sobre todo propuestas de seguridad ciudadana. También guarda recuerdos más personales, como el día que celebró «la boda de unos amigos».

Juan Carlos Fernández (PSE) 2009

«Ha sido una etapa corta pero intensa»

O Juan Carlos Fernandez entró a formar parte de la corporación municipal en 2009 para sustituir a su compañera de filas Eider Gardeazabal, que partió rumbo al Parlamento europeo. «Ha sido una etapa corta pero intensa», asegura. Con apenas dos años de experiencia política, reconoce que «desde el Ayuntamiento se ve Bilbao de otra manera». Uno de los que más le echará de menos será José Luis Sabas, con el que «he sido un pesado mandándole cartas». Entre los recuerdos que guardará con más orgullo está su participación en la procesión que se hace hasta la estatua de Don Diego López de Haro el día del aniversario de la villa: «Es un acto muy simbólico y para mí fue muy emocionante». No fue tan agradable ver cómo «mi primera moción, en la que había trabajado con toda la ilusión del mundo, fue rechazada». En estos meses ha compaginado su puesto de edil con su anterior trabajo, así que el regreso no supondrá un cambio sustancial para él. Sí para su «sufrida» madre, a la que tenían «más machacada que a mí con peticiones».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios