La falta de fondos obliga a reducir servicios en la guardería de Santurtzi

El servicio de comedor, la flexibilidad horaria o la asistencia médica y psicológica son algunas de los aspectos que este año irán a peor en la escuela infantil del Serantes, en Santurtzi. Así lo vaticina el principal grupo de la oposición, el PSE, que ayer advirtió sobre un empeoramiento del servicio que ofrece el centro con motivo de la inserción del municipio en el consorcio Haurreskolak y su reducción de gastos. El colegio atiende a las familias de 39 menores de entre 0 y 2 años.

«Si un municipio no dispone de Escuelas Infantiles Públicas, abrir una haurreskola es una buena noticia, pero si cuenta con una que presta mejores y más servicios es evidente que empeora la situación notablemente», denunció la portavoz socialista, Myriam Frade. La concejal destacó entre las desventajas que sufrirán los padres un menor número de días de apertura del centro -sólo cerraba en agosto y festivos y ahora se ceñirá al calendario escolar ordinario- y la falta de un servicio de comidas. Todo por un coste anual «irrisorio» para las arcas municipales: 76.000 euros. Con la adhesión a Haurreskolak, en cambio, el Consistorio obtendrá «un beneficio de 23.000 euros». «Resulta tan insólito que un servicio tan prioritario como la atención a nuestros hijos les haga ganar dinero, que cuesta asimilar», acusan.

El equipo de gobierno, por su parte, advirtió ayer que la inserción en Haurreskolak se lleva a cabo para poder quintuplicar el número de plazas infantiles en el municipio, y pasar de 39 a 200 en un año. Además, recuerda que es una decisión que ya han tomado el 95% de los ayuntamientos vizcaínos.