Osakidetza amplía las pruebas de cáncer de colon para llegar al triple de pacientes

Osakidetza ampliará el programa de detección precoz de cáncer de colon y recto para «tener controlados» a cerca de 90.000 hombres y mujeres de entre 50 y 69 años, el triple de los que se revisan en la actualidad. La segunda fase de la campaña de prevención se llevará a cabo en dos hospitales y ocho centros de salud, además de los seis ambulatorios -Mungia, Erandio, Leioa, Pasajes de San Pedro, Zarautz y Zaramaga- donde ya se realiza la prueba de sangre oculta en heces. El Servicio Vasco de Salud estudia implantar el cribado en Getxo, Ortuella, Trapagaran, Vitoria -Casco Viejo y Olabide- Andoain, Billabona, Irún y Hondarribia.

El programa de detección precoz de cáncer de colon y recto, el tumor más frecuente entre la población vasca y uno de los más complicados de diagnosticar al poder tardar hasta una década en manifestarse, funcionará de forma similar al de prevención de mama. La prueba se realizará cada dos años para identificar y tratar una enfermedad con una alta tasa de mortalidad si no se actúa a tiempo. Es un proceso de evolución lenta, que no da síntomas evidentes hasta que ya ha avanzado mucho. El cribado permitirá detectar 1.200 tumores y lesiones precancerosas al año.

La iniciativa, puesta en marcha por el equipo de Gabriel Inclán el pasado ejercicio, está dirigida a todos los hombres y mujeres de entre 50 y 69 años al ser los límites de edad en los que los ensayos científicos han demostrado una mayor efectividad. Las pruebas, que serán voluntarias, consistirán en un test de sangre oculta en heces. Se trata de una «técnica no invasiva» que el paciente puede realizar en su propio domicilio. El centro de coordinación del programa se encargará de facilitar a los usuarios una lámina para que introduzcan una cantidad muy pequeña de materia fecal inmediatamente después de emitirla, paso que tendrán que repetir hasta completar las muestras de tres deposiciones consecutivas.

Una vez recogidas las heces, los pacientes entregarán las láminas en sus respectivos ambulatorios, desde donde se enviarán al laboratorio para su análisis. Sólo si el resultado es positivo los enfermos tendrían que someterse a una colonoscopia en el plazo establecido por los responsables del centro de coordinación, encargado de la evaluación y seguimiento del paciente. El médico de cabecera informará a los usuarios del resultado y entregará el consentimiento informado para hacer la nueva prueba en el hospital que corresponda, así como el material para su preparación.

300 muertes al año

El cáncer de colon se origina en un pólipo intestinal en ocho de cada diez casos. Su localización cuando aún está en una fase muy inicial es «clave» para evitar un desenlace irreversible. Sólo en el País Vasco fallecen una media de 300 personas al año por esta enfermedad, lo que confirma que se trata de «un problema de salud importante». Euskadi no es la única comunidad donde se somete a los pacientes a esta prueba. Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia ya han puesto en marcha planes similares.

Una vez implantado el programa, estarán llamados a participar cerca de medio millón de personas cada dos años, de las que se calcula que 13.500 darán positivo en la prueba de sangre oculta en heces. En otras palabras, Osakidetza tendrá que realizar 11.500 colonoscopias para confirmación de diagnóstico y una detección de 2.400 personas con cánceres y lesiones precancerosas en cada vuelta completa del programa.

Más de 1.600 pacientes son diagnosticados cada año en el País Vasco de cáncer de colon y cerca de 2.000 enfermos tienen que ser hospitalizados. La mayoría de los casos son «esporádicos». Sólo tres de cada diez enfermos tienen antecedentes familiares, mientras que la tasa de supervivencia mejora enormemente cuanto antes se diagnostique. Diversos estudios aseguran que el nivel de mortalidad por cáncer de colon y recto alcanza el 85% si el tumor se detecta en las últimas fases, mientras que si se localiza a tiempo el paciente tiene entre un 75% y un 90% de probabilidades de superar la enfermedad con éxito. c.barreiro@diario-elcorreo.com