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El primer ministro electo griego, Giorgos Papandreu (i), conversa con el presidente griego, Karolos Papoulias (d), durante su reunión en Atenas (Grecia)./ Efe
La lucha contra la crisis y la corrupción centrará el Gobierno de Papandreu
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La lucha contra la crisis y la corrupción centrará el Gobierno de Papandreu

El dirigente socialista deberá demostrar sus dotes y corregir los desmanes económicos de los últimos seis años, agravados por la convulsión financiera mundial

AGENCIAS |

Lunes, 5 de octubre 2009, 20:19

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La aplastante derrota infligida por los socialista de Giorgos Papandreu a los conservadores en las elecciones generales de ayer en Grecia dan un amplio margen de actuación a este dirigente, que se enfrenta a grandes retos por la maltrecha economía y la endémica corrupción.

Con el 99% de los votos escrutados, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) obtenía 160 de los 300 diputados del Parlamento y relega a un lejano segundo puesto a la hasta ahora gobernante Nueva Democracia, con 91 escaños. El líder de esta formación y primer ministro saliente, Costas Caramanlis, anunciaba ayer mismo su dimisión al frente del partido para responsabilizarse de los peores resultados obtenidos desde su fundación, que le sitúa unos diez puntos por debajo del Pasok.

Papandreu ha recibido el encargo del presidente de la República, Carolos Papulias, para formar un nuevo gobierno, menos dimensionado que el anterior, si se cumple su promesa electoral de reducir el número de funcionarios. En la prensa local han circulado diversos nombres para casi todas las carteras ministeriales, menos la de Exteriores, que el propio Papandreu podría adjudicarse, según algunas fuentes por su afición a temas internacionales, aunque este extremo parece muy improbable.

La tercera fuerza política en Grecia son los comunistas del KKE, que perdieron ayer más de un 1% ciento del apoyo popular, con 21 escaños en el Parlamento unicameral, y que no harán sombra al ejecutivo de Papandreu en su labor cotidiana. Aún menos relevantes son los ultraderechistas de Laos, que crecieron ligeramente, pero que solo tienen 15 diputados, así como los izquierdistas de Syriza, que han bajado en porcentaje para colocarse en 13 representantes.

El fracaso de Caramanlis

Con estos resultados, el Pasok recupera el poder tras casi seis años de gobierno conservador de Caramanlis en dos legislaturas, en parte gracias a la aritmética parlamentaria helénica, que otorga 40 escaños al partido más votado.

Pero muchos electores consideran que los resultados de ayer no son tanto una victoria de Papandreu sino el fracaso de Caramanlis para atajar la omnipresente corrupción y actuar con decisión ante los escándalos en su propio gabinete, en los que se han visto involucrados al menos cuatro ministros. Su pasividad ante las protestas callejeras y la deficiente gestión de su gobierno en la extinción de los incendios forestales de los veranos de 2007 y 2009 le pasaron factura por pecados tanto de comisión como de omisión en las dos últimas legislaturas.

Impulsar la economía

Ahora, el dirigente socialista y presidente de la Internacional Socialista (IS) deberá demostrar sus dotes de gobierno y rodearse de un equipo capaz de corregir los desmanes económicos de los últimos seis años, agravados por la crisis financiera mundial. Un déficit público superior al 7%, que Papandreu ha prometido reducir en tres años por debajo del 3% exigido por el Tratado de Maastricht, un enorme déficit de la balanza comercial y una economía cercana a la recesión se unen al desplome en los sectores inmobiliario y de la construcción y a una caída de los importantes ingresos por turismo.

La opinión pública espera ahora que el líder socialista eche luz sobre el programa gubernamental para los primeros cien días, un proyecto envuelto en nebulosas promesas y con escasos detalles sobre su financiación, para sacar del marasmo a la economía de este país mediterráneo. Para reactivar la economía, el Pasok quiere lanzar un programa de inversiones valorado en, al menos, el 4% del PIB nacional en un plazo de tres años, controlar el gasto público y recibir más ingresos tributarios gracias a combatir la evasión fiscal.

La congelación de impuestos como el IVA y de los servicios de empresas públicas de servicios, así como un incremento de los salarios para los funcionarios y de las pensiones por encima de la inflación son otros aspectos del ambicioso plan de Papandreu.

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