Empacho de Bautista

Todo ocurrió en la 'chicane' de entrada a meta a falta de una vuelta para el final de carrera. Aoyama se fue largo y tuvo que reducir la velocidad. Bautista, que llegaba por detrás como un tiro, no tuvo tiempo de reaccionar y se lo comió. Impactó contra la moto del japonés y sus posibilidades de victoria y de seguir como líder en el Mundial se fueron por los suelos. Ganó el nipón, que ahora también comanda la clasificación de la categoría.

En el cuarto de litro sí hubo batalla. Y de las buenas. Fue a partir del ecuador de la carrera. Hasta entonces un enrabietado Simoncelli comandó el grupo y quiso marcharse, pero no le dejaron. Luego comenzó el festival de adelantamientos con Aoyama y el de Talavera como protagonistas. Ellos sí que consiguieron irse, mientras el italiano vio cómo la puesta a punto de su Gilera no era la más óptima y comenzó a ceder metros para tener que conformarse con el tercer cajón del podio.

Por delante los dos primeros clasificados de la categoría abrieron hueco, y cuando todo el mundo comenzaba a hacer cábalas de cómo acabaría el cuerpo a cuerpo que planteaban, llegó el desafortunado incidente. Bautista se empachó y se dejó sus opciones en un instante. Aunque con la moto tocada, Aoyama pudo completar el último giro sin problemas y llevarse la victoria. Honda rompió la racha de triunfos de Aprilia en Assen.

Por detrás, Barberá se dio el gustazo de superar a un Simoncelli impotente a falta de cuatro vueltas para la conclusión. En esta ocasión las estratagemas del italiano no obtuvieron resultado, aunque pararon algo el ritmo al valenciano. Esta temporada el de Cattolica no levanta cabeza. El de Dos Aguas cerró así un buen fin de semana con la segunda posición final.

El que firmó una carrera de antología fue Aleix Espargaró. Concluyó cuarto en su regreso a la categoría tras ocho meses alejado de ella, y con una moto bastante inferior a la del resto de sus rivales. El catalán corrió cómodo, no se dejó amilanar a pesar de sus prestaciones, tuteó a pilotos como Locatelli, Debón o Di Meglio, y le faltó alguna vuelta más para dar cuenta de Simoncelli.