Alemania confirma el asesinato de tres rehenes en Yemen

Alemania se negaba a pensar en lo peor. Pero ayer se vistió de luto con la noticia que jamás querría haber recibido. Al menos dos de sus siete ciudadanos secuestrados en Yemen habían sido encontrados sin vida. La incertidumbre continúa aún en torno al paradero de la familia con tres hijos de 4, 3 y 1 año capturada junto otras cuatro personas el pasado jueves.

Después de guardar silencio durante las últimas jornadas, el ministro de Asuntos Exteriores germano, Frank Walter Steinmeier, confirmó la muerte de dos compatriotas, enfermeras que trabajaban en el país árabe. «Lamentablemente tenemos que partir del hecho de que entre los tres cadáveres hallados se encuentran Anita G. y Rita S.», ambas estudiantes de una escuela bíblica en el estado de Baja Sajonia y que habían solicitado hacer sus prácticas en Yemen con la ONG holandesa Worldwide Service, dijo el ministro. La tercera víctima sería una maestra originaria de Corea del Sur.

Según informaciones de varias agencias de noticias, que citaron a un funcionario del Ministerio del Interior del país de la península arábiga, los cuerpos presentaban impactos de bala y heridas de arma blanca. Con respecto al resto de los secuestrados -la familia alemana y un estadounidense-, Steinmeier señaló que partía de la base que estaban en poder de un «grupo armado violento y sin escrúpulos».

El asesinato de las dos sanitarias fue condenado enérgicamente por el Gobierno alemán y la canciller, Angela Merkel, señaló que hacía todo lo posible para conocer el destino del resto de los rehenes. «La muerte de las dos enfermeras es una noticia muy triste, pero no podemos dejamos llevar por especulaciones precipitadas. Es necesario alcanzar el total esclarecimiento de los hechos», dijo.

Varias hipótesis

A pesar de los esfuerzos realizados hasta el momento, las autoridades desconocen totalmente el origen de los secuestradores y las circunstancias que rodean la tragedia, aunque sospechan que podría haber un trasfondo político, ya que miembros del grupo terrorista Al-Qaida actúan en la región donde se produjo el rapto.

Medios alemanes se hicieron asimismo eco de informaciones periodísticas de Yemen que mencionaban una lucha de poder entre narcotraficantes locales y las autoridades de la región. Los carteles habrían secuestrado al grupo para exigir la devolución de un cargamento de estupefacientes requisado recientemente por la Policía. Al no obtener respuesta, habrían ejecutado a las tres mujeres y amenazan con hacer lo mismo con el resto de los rehenes.