Zapatero agradece a Bermejo su decisión de «no crear más problemas» al Gobierno

Fue una renuncia y no una destitución, pero José Luis Rodríguez Zapatero la acogió con los brazos abiertos. El presidente del Ejecutivo aseguró que si Mariano Fernández Bermejo no le hubiera presentado la dimisión ayer por la mañana él no habría ordenado su cese. Sin embargo, se mostró encantado y agradecido con una decisión tomada «para no crear más problemas» al Gobierno.

No es la primera vez, según explicó el propio Zapatero en una entrevista en Antena 3, que uno de los miembros de su Gabinete pone a su disposición la cartera que ocupa. Ni siquiera era la primera vez que lo hacía el polémico ex ministro de Justicia. Pero nunca hasta ahora el jefe del Ejecutivo había considerado que hubiera razones suficientes para sacrificar a uno de sus colaboradores. Un ministro que él decidió mantener en su puesto en esta segunda legislatura a pesar de estar ya entonces en la picota.

Zapatero aceptó los motivos que supuestamente esgrimió Bermejo para abandonar: que dado «lo que se había producido -es decir, su cacería con Garzón en plena 'Operación Gürtel' y las fuertes críticas generadas- no era adecuado para el cargo y que otro debía ocuparse de los retos que tiene la Administración de Justicia».

Hasta aquí llegarán, según el presidente, los cambios en su equipo. A pesar de que desde hace tiempo se especula en el PSOE con una remodelación más amplia, Zapatero insistió en que no tiene «intención» de acometerla. «Los ministros del área económica trabajan en un plan ambicioso que requiere gran concentración», explicó. Garantizó así la continuidad del vicepresidente segundo, Pedro Solbes, quien ayer dijo sentir envidia de Bermejo por su condición de ex ministro. El jefe del Ejecutivo achacó el comentario a la «aguda ironía» del ministro y aseguró que está «entregado» a sus tareas con «la seriedad de una persona que tiene una amplia trayectoria de servicio público».

«No es algo personal»

La renuncia de Bermejo, sin embargo, no pareció suficiente al Partido Popular. «No es algo personal», señaló su portavoz de Justicia e Interior, Federico Trillo, cuando dijo que su formación mantendrá interrumpido el Pacto de la Justicia con el Gobierno pese al relevo en el ministerio. El PP no le dará ni los cien días de cortesía al nuevo titular de la cartera, Francisco Caamaño, e insistirá en pedir explicaciones sobre la «connivencia» entre el Ejecutivo, la Fiscalía General y el juez Garzón en la «trama contra el PP» por la instrucción del sumario de la Audiencia Nacional sobre la red de corrupción, en la que están implicados cargos públicos populares.

Con la marcha de Fernández Bermejo, el partido opositor se ha quedado sin el principal instrumento de confrontación con el PSOE en esta campaña electoral. No obstante, los populares conservan intacto su discurso para responsabilizar a los socialistas de las actuaciones del juez y los fiscales anticorrupción, aunque ahora tiren por elevación y pidan explicaciones a Zapatero.

Trillo cree que Bermejo asume al dimitir su «responsabilidad política» en este procedimiento judicial y también en los problemas de la Justicia, pero Mariano Rajoy insistió en que ésta no sólo le corresponde al titular de la cartera, sino, «sobre todo, al presidente». Desde Galicia, donde se vuelca en apoyo de su candidato a las autonómicas, el líder de la oposición saludó la noticia con una expresión de alivio. «Ya era hora», apuntó.