El Gobierno alemán aprueba un plan de medidas contra la crisis por valor de 50.000 millones

Unidos en su afán para combatir la recesión interna y evitar que la crisis mundial cause estragos en el país en un crucial año electoral, los líderes de los tres partidos que integran el Gobierno de gran coalición -SPD, CDU y CSU de Baviera- aprobaron ayer un nuevo plan de apoyo a la economía por valor de unos 50.000 millones de euros. La anfitriona del encuentro, la canciller Angela Merkel, reconoció a mediados de diciembre de 2008 que las medidas adoptadas por el Gobierno no eran suficientes y prometió un nuevo paquete que debía ser aprobado casi al mismo tiempo que la toma de posesión del nuevo presidente de EE UU, Barack Obama.

En una primera reunión, celebrada el 5 de enero, los líderes de los tres partidos acordaron el valor y el núcleo central del programa, que tenía que ser un plan de inversiones públicas. Pero los expertos que debían diseñar el plan de estímulos contemplaron la posibilidad de reducir impuestos directos, propusieron medidas destinadas a impulsar el sector automotriz y la creación de un plan de rescate para la industria, similar al que aprobó el Ejecutivo el pasado mes de octubre para asegurar la existencia del sistema financiero del país.

Ayudas por hijo

El SPD, por ejemplo, logró introducir una inédita ayuda a las familias con hijos destinada a incentivar el consumo: el pago único de 100 euros por descendiente y elevar la ayuda que reciben los parados por hijo. Respecto a la industria automotriz, el SPD tambien impuso el pago de una prima de 2.500 euros a quienes desgüacen su coche viejo y compren uno nuevo que no sea perjudicial para el medio ambiente.

Tanto la CDU como el SPD acordaron la aprobación de un «paraguas de rescate» para la industria que contempla un plan de rescate con garantías y una línea de crédito de 100.000 millones de euros. Pero entre los dos grandes partidos aún no existía acuerdo, al cierre de esta edición, sobre la posibilidad de que el Estado participe directamente en un sector con problemas. El jefe del SPD, Franz Müntefering rechaza categóricamente la nacionalización parcial de una industria, mientras que Angela Merkel, en su calidad de presidenta de la CDU, no descarta esa idea.

Los tres partidos están de acuerdo, asimismo, en que los impuestos deben reducirse para incentivar el consumo, pero anoche no dieron detalles del acuerdo final. El SPD quería,por ejemplo, aumentar el impuesto para los ricos del 45 al 47,5% durante dos años para poder financiar el recorte fiscal que podría beneficiar al resto de la sociedad. La medida había sido rechazada categóricamente por la canciller.

La canciller y jefa de la CDU, Angela Merkel, el ministro de Exteriores y candidato a la cancillería del SPD, Frank-Walter Steinmeier, y el jefe de la CSU y primer ministro de Baviera, Horst Seehofer, presentan hoy los resultados del encuentro.