Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
LUCÍA MARTÍNEZ ODRIOZOLA
Domingo, 4 de enero 2009, 03:55
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La madrugada del próximo martes se producirá, como cada año, un allanamiento de morada en muchos domicilios, allanamiento consentido y deseado: llegan los Reyes Magos de Oriente. En otros muchos hogares esa magia se produjo la noche del 24 de diciembre: el Olentzero, Papá Noel, el Niño Jesús, Santa Claus... son diferentes formas de concebir una noche de fantasía. Aitor tiene 11 años y le visitó el Olentzero; Maite es un año mayor y espera que el martes Baltasar se porte. No obstante, ni uno ni otro tienen el monopolio: Aitor confía en que el martes caiga algo y Maite ya se ha comido lo que el Olentzero dejó en su casa. Ambos son conocedores de las intrigas de que estos personajes se valen para llegar a tantos niños, a tantos hogares, en una sola noche. Cuidado, pues, si usted tiene intención de leer esta entrevista a sus hijos: no vaya a desvelar el misterio.
-Vamos a ver: Aitor, ¿qué te trajo el Olentzero?
-Aitor Uriarte: Pues... unas playera para jugar al fútbol, el 'Record Guinness 2009', un cubo de Rubik de 25 en cada cara y unos guantes de fútbol. También me ha traído un USB o eso de la memoria, un 'pen drive', y el disco de AC/DC.
-Tú, Maite, ¿que has pedido a los Reyes?
-Maite Castells: Muchas cosas. Huy, no me acuerdo. Una chaqueta, un juego de hacer experimentos químicos...
-Pero seguro que el Olentzero te trajo algo, lo mismo que a Aitor le traerán algo los Reyes.
-Maite: Sí, unos zapatos y unos quesitos. A mi hermana le trajo los mismos pero 'light'; a mi hermano, un queso que le gusta mucho, y a mi padre, alubias.
-Aitor:Yo a los Reyes les he pedido una raqueta de pádel y una tarjeta de memoria para el móvil, para meterme canciones y así.
-¿Todo esto depende de si habéis sido buenos?
-Aitor: Bueeenoooo, a veces soy bueno.
-Y cuando eres malo, ¿qué haces?
-Aitor:Me peleo con mi hermana.
-Maite: Yo también me peleo con mi hermano.
-Pero si es muy mayor te ganará siempre...
-Maite: Mi madre me dice que no me pegue, que voy a acabar llorando.
-¿Qué os parece que haya Olentzero, Papá Noel, Reyes...?
-Aitor: A mí bien, porque así hay más regalos.
-Pero si pudieras elegir, ¿con cuál te quedarías?
-Aitor: Con el Olentzero, porque es vasco y porque me trae más regalos.
-¿Y tienes alguna idea de cómo se organiza el Olentzero?
-Aitor: No.
-O sea que no sabes ni de dónde saca los juguetes ni cómo llega a las casas.
-Aitor: Ni idea.
-¿Le dejáis la puerta abierta para que entre?
-Aitor: Son los padres, que se levantan...
-¿Cómo?
-Aitor: Sí, que los padres son los Reyes, el Olentzero, el Ratoncito Pérez...
-¿Y cómo os enterasteis?
-Aitor: Fue en un viaje a Andorra cuando tenía 8 años o así. Un amigo mío todo el rato estaba diciendo que los Reyes no existían y les pregunté a mis padres. Al principio, decían 'Mira..., esto...', como disimulando; al final, me dijeron que eran ellos.
-¿Te llevaste un disgusto?
-Aitor: Sí, porque reducirían los regalos.
-¿Tu hermana lo sabe ya?
-Aitor: Sí, lo supimos al momento los dos.
-¿Ella también se llevó un disgusto?
-Aitor: No sé, no me fijé en su cara.
-Maite: Me lo contaron mis amigos en el cole, con 9 años o así.
Invento bonito
-¿Cómo te sentiste?
-Maite: Sin más. No me importó mucho porque siempre había pensado que era imposible que los Reyes hicieran todas esas cosas, que alguien en una noche repartiera tantos regalos.
-Aitor: A mí también, porque decían que Papá Noel se metía por la chimenea y yo no tenía chimenea, así que... O que traspasaba un cristal que estaba cerrado...
-Papá Noel llega volando en trineo...
-Maite: Y los Reyes en camello.
-Aitor: Bueno, lo del Olentzero todavía, porque es por Vizcaya o por Euskal Herria, pero los Reyes viniendo por todo el mundo...
-Como invento de los padres, ¿qué os parece?
-Maite: Bonito, porque tienes una ilusión.
-Y si sois padres, ¿lo haréis?
-Maite: Sí, los Reyes.
-Aitor: Sí, el Olentzero.
-A ver: ¿Qué ventaja veis a cada uno?
-Aitor: Como a mí me trae más regalos el Olentzero y viene antes, tengo más tiempo de disfrutarlos.
-Maite: Yo prefiero los Reyes porque, como son tres, se puede elegir el rey. El mío es Baltasar.
-Aitor: Yo sé que son Baltasar, Melchor y Gaspar, pero no sé quién es cada uno.
-Maite: Baltasar es negro, Melchor es el del pelo blanco y Gaspar es pelirrojo.
-Aitor: Yo prefiero... ¿Cuál es el del medio?
-Maite: Gaspar.
-Aitor: Me gusta ése. Me trajo dos regalos un año.
-¿Al ver en la calle a los Reyes o el Olentzero os ha parecido que no eran verdaderos?
-Aitor: A mí me pasó con Santa Claus. Se le veía la goma de la barba y pensé que era falso, porque en la otra esquina había otro.
-¿Y cómo te lo explicabas?
-Aitor: Pensé que uno era falso y me había tocado a mí, pero como era muy pequeño...
-Maite: Yo pensaba que todos eran falsos, y que estaban tan ocupados comprando los regalos que no tenían tiempo de aparecer antes para recibir a los niños, pero que los que venían sí eran de verdad.
-¿No os parece que se regalan muchas cosas?
-Aitor: Nooo. Hay que tener un poco de todo.
-Maite: A mí tampoco me parece.
-Pero sabéis que hay niños que no tienen regalos.
-Aitor: Sí, los del Sáhara y ésos.
-Maite: Sí, los de los países que no tienen mucho dinero.
-¿No es injusto que unos reciban mucho y otros nada?
-Aitor: Por una parte sí y por otra no. Porque depende de cuánto dinero tengan los padres.
-Maite: Es un poco injusto, pero no se puede hacer mucho, porque si quitas los regalos a unos para dar a otros, a los de aquí les va a parecer muy raro.
-¿Cuál sería el mejor regalo?
-Aitor: Que mi padre viajase menos, porque está todo el rato fuera.
-Maite: Ver más a mi hermano porque, como se ha ido a vivir fuera de casa, le veo poco.
-¿Si tuviéramos que pedir un regalo para los niños del mundo?
-Aitor: ¿Para los del Sáhara y ésos? Felicidad.
-Maite: Una familia que los cuide.
-¿Qué es la felicidad, Aitor?
-Aitor: Pues tener una vida que te guste, pasártelo bien, tener todo lo que pueda necesitar una persona.
-Maite: Hay niños a los que no los quieren y a mí me parece importante que un niño tenga unos padres que le quieran.
-¿Y cuál es el mejor regalo para los padres?
-Aitor: Que sus hijos les quieran.
-Maite: Y que nos portemos bien.
-¿Y aunque les quieran, se pueden portar mal?
-Ambos: Sí.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.