«La crisis disparará los infartos»

El cardiólogo barcelonés Jordi Bruguera llegó el miércoles por la noche a Bilbao para presentar uno de los estudios más esperados en el congreso nacional de enfermedades cardiovasculares inaugurado ayer. El informe 'Beautiful', un trabajo internacional en el que ha colaborado el jefe del servicio de Cardiología del hospital del Mar, ha demostrado la necesidad de controlar mejor la velocidad a la que late el corazón. Si se superan los 70 latidos por minuto puede ser peligroso. El experto habló con EL CORREO sobre salud cardiovascular.

-¿Por qué no deben superarse los 70 latidos por minuto?

-Tradicionalmente se aceptaba por bueno que el corazón de una persona bombeara entre 60 y 90 veces por minuto. Los estudios poblacionales mostraban sin embargo que a partir de 70 había más accidentes cardiovasculares.

-¿Hay algún modo de controlarlo?

-El estudio 'Beautiful' ha demostrado que la frecuencia cardiaca debe ser considerada como un factor de riesgo, capaz de desencadenar una angina de pecho o un infarto. Ahora, además, disponemos de un medicamento, el primero, compatible con los existentes previamente y que permite controlar el número de latidos del corazón.

-¿Diría usted que España goza de una buena salud cardiaca?

-Los españoles hemos gozado de un mejor perfil cardiovascular que los países nórdicos y anglosajones. Es la famosa paradoja mediterránea, posible incluso con el consumo moderado de alcohol. Pero todo esto está cambiando.

-¿Han traído ustedes alguna buena noticia a Bilbao?

-No, lo siento. Tenemos que insistir en el mensaje de que sólo un cambio de estilos de vida reducirá la incidencia de la enfermedad cardiovascular. Si se mantiene el ejercicio y la dieta típica de aquí, de huerta y pescado, nos irá mejor.

-Valentín Fuster trabajaba en una pastilla capaz de reducir el colesterol malo. ¿Será posible?

-Las estatinas han conseguido ese efecto, pero la pastilla no se ha conseguido. La hubo: incrementaba el colesterol bueno y, por tanto, se creía que fomentaría los efectos protectores; pero se vio que también aumentaba la mortalidad.

La margarina, menos

-¡Hay que seguir moderándose en la mesa y haciendo ejercicio...!

-Disponemos de un tratamiento para la gente que hace poco ejercicio, pero los resultados no son tan buenos como combinando ambas cosas. Dieta y ejercicio no son excluyentes. Si una de las dos patas falla, se pierden oportunidades.

-Un reciente estudio dice que la margarina ya no es tan buena...

-La margarina y el aceite de oliva no tienen efectos protectores. Lo que ocurre es que el aceite de oliva crudo tiene efecto cardioprotector, como las frutas y verduras. Los países anglosajones quisieron defender la margarina, pero parece que no tiene tanto impacto como el aceite de oliva.

-¿Por qué es bueno para el corazón ver la vida con optimismo?

-Existen multitud de estudios epidemiológicos que asocian, por causas aún no aclaradas, la depresión con el riesgo de enfermedad cardiovascular y cáncer. Se ha visto que la actitud positiva supone una ventaja real para los pacientes.

-Un cardiólogo de la clínica Mayo de EE UU vino a Bilbao y dijo que el estrés causante de infartos no es el del trabajo, sino el que sufre quien no llega a fin de mes...

-El estrés es un desequilibrio entre los objetivos propios y las expectativas del entorno. Los pilotos de avión no creen que tienen una actividad estresante. Las personas se estresan ante las expectativas que ponen para ellas en su trabajo, su marido, su mujer...

-...Pero, ¿es posible una epidemia de infartos a causa de la crisis?

-Es posible que se disparen. Todo irá a peor, porque además es más caro comer frutas y verduras recientes que quitar el hambre con comida rápida.