El traslado deja casi 5.000 metros cuadrados libres en el centro de la villa

La entrada en servicio de la nueva sede permitirá a Sanidad desocupar las oficinas que actualmente tiene repartidas por Bilbao. El traslado al edificio diseñado por Juan Coll-Barreu obrará un efecto mágico al dejar libres casi 5.000 metros cuadrados en tres inmuebles del centro de la villa. En concreto, el departamento abandonará las dependencias de Gran Vía 81 y 62, así como las de la calle María Díaz de Haro 58.

Los tres edificios pertenecen al área de Patrimonio del Ejecutivo autonómico. Por ahora se desconoce el destino que se va a dar a estas instalaciones. El Gobierno vasco podría deshacerse de los bienes de la Gran Vía o alquilarlos para hacer caja y sanear así sus arcas. Esta posibilidad es más difícil para la sede de María Díaz de Haro. El Consistorio, recordó ayer Iñaki Azkuna, recalificó el solar, por lo que ya no se podrá construir vivienda y sólo se tolerará levantar un equipamiento (residencia de ancianos, casa de cultura, centro deportivo...).

Por otro lado, los sindicatos ELA, LAB y UGT aprovecharon la inauguración para arremeter contra la política del consejero Gabriel Inclán. Junto a las centrales se manifestaron también trabajadores del laboratorio de salud pública de Vizcaya. Los operarios denunciaron su inminente traslado al parque tecnológico de Zamudio. «Nos dijeron que íbamos a venir a este edificio y ahora incumplen su palabra. Además, es un despilfarro porque allí habrá que pagar un alquiler anual de 1,5 millones de euros, mientras aquí hay sitio de sobra para nosotros», censuraron.