Roban un dibujo en una galería de Bilbao

Apenas le costó esfuerzo. Sólo tuvo que desclavar unas chinchetas y esconder en una carpeta el objeto de su deseo, sujeto simplemente de aquella manera: se trata de un dibujo del artista vasco David Cívico, realizado sobre un papel tamaño folio e incluido en una serie de obras similares del mismo creador. El ladrón abandonó después la galería de exposiciones como si no hubiera pasado nada. Aunque se ha conocido ahora, el incidente ocurrió en la Sala Rekalde de Bilbao, dependiente de la Diputación de Vizcaya, a finales de abril.

Fuentes del Departamento foral de Cultura aseguran que parte del recorrido del rufián fue grabado por las cámaras de la sala, una enorme galería abierta en 1991 en pleno centro de Bilbao, donde se muestran continuas exposiciones tanto de artistas poco conocidos en España como de creadores vascos emergentes. En cualquier caso, nunca antes había sucedido algo similar.

La Ertzaintza, según las mismas fuentes, pidió en un primer momento a la Diputación, a la dirección de la galería y al propio artista que no divulgaran el robo para no poner en alerta al sustractor y así evitar que se deshiciera de la obra. «El pasado viernes nos comentaron que ya se podìa hablar del tema, así que ya no hay problema en explicar lo que sucedió; algo que puede pasar y pasa en cualquier sitio», apuntan desde la Diputación.

«En la sala hay cámaras y personal de vigilancia», añadió el portavoz del Departamento de Cultura y por tanto «no creo que haya dejación en las medidas de vigilancia que debe tener una exposición». «Yo no tengo nada que reprochar a la sala», comentaba a su vez el autor de la obra robada; el dibujo de un perro vestido con gabardina, perteneciente a una curiosa serie en la que indaga en las relaciones existenes entre los canes y las que se establecen entre estos animales domésticos y las personas. Con este trabajo, David Cívico (San Sebastián, 1974) acompaña una video-instalación entre el documental y la ficción, rodada en el Casco Viejo bilbaíno y que firman David Cívico & recPLAY (Guillermo Sánchez Asúa).

El artista volvía precisamente ayer a la sala institucional para presentar por la tarde un material videográfico complementario de la muestra colectiva Calypso: Procesos de aprendizaje artístico, junto con Alaitz Arenzana y Mikel Rueda. La exposición, abierta el pasado 17 de abril, recoge el trabajo de los artistas becados por la Diputación de Vizcaya en 2005 y 2006 y no cerrará sus puertas hasta el 22 de junio.

«Lo único que me interesa es que el dibujo aparezca», insistía ayer David Cívico durante un alto en su ocasional trabajo como ayudante en el montaje de la retrospectiva que el Guggenheim dedicará a partir del 30 de mayo a Juan Muñoz. Este museo acostumbra a contratar a artistas locales en trabajos de este tipo, que requieren de una sensibilidad y atención acordes con los materiales de las exposiciones.

Calle del Perro

La participación de Cívico en la muestra colectiva de la Sala Rekalde es la parte esencial de un proyecto mayor titulado Txakurkalea. Un trabajo desarrollado entre 2004 y 2006 por Cívico y Sánchez Asúa, que siguieron y documentaron las andanzas por las Siete Calles de nueve canes de amos y caracteres distintos, con la participación añadida de profesionales de diferentes ámbitos.

El proyecto conlleva, además de un catálogo libro, la edición en un CD de la banda sonora de la película, grabada por una serie de grupos intérpretes vascos, entre ellos TK Project, Atom Rhumba, The Boogie Punkers, The Cherri Boppers, Joserra Senperena y el cantante callejero Pascual Molonga, que suele situarse precisamente en el cruce de la calle Correo con la del Perro, en pleno Casco Viejo Bilbaíno.