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VIZCAYA

«Resulta frío vivir en un hotel»

O. IGEA BILBAO

Viernes, 16 de mayo 2008, 04:36

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Hay quien, en lugar de unas horas, se pasa media vida en los hoteles. Son aquellos a los que el trabajo mantiene lejos de casa días, semanas e incluso meses. Para ellos, los alojamientos se convierten en improvisados hogares. Para lo bueno y para lo malo. Cuatro paredes más o menos lujosas que por muchas estrellas que luzcan no dejan de ser «un lugar frío», relata Iker Diaz.

La suya es una voz autorizada. Empleado en una multinacional, vive con la maleta a medio hacer. En 2007 pasó casi 300 noches fuera de casa y este año sigue «a un ritmo parecido», relataba ayer desde Hungría. También ha trabajado en Italia, Escocia, Francia y Cuba pero su sensación es similar en todos los sitios. «En los sitios 'buenos' hay poco contacto, el resto de clientes son gente de negocios que van a lo suyo y eso desgasta», reconoce Diaz, pese a alabar el servicio en estos establecimientos. «El servicio de lavandería no se valora cuando estás de vacaciones, pero sí en estos casos». Cuando la estancia es corta Iker valora «la ubicación, que el hotel esté cerca del 'curro', que sea decente» y, sobre todo, que tenga Internet. «Es esencial, puede ser la razón para desechar algunos». En estancias prolongadas el lujo pierde su encanto. «Prefiero sitios pequeños, caseros, donde se pueda conversar».

De igual manera que hay bilbaínos se acomodan fuera, los hoteles de la villa también tiene huéspedes de continuo. En el Avenida, por ejemplo, ocupan 20 de sus 189 habitaciones. «Pasan unos días en el hotel y vuelven a casa el sábado».

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