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ESPECTACULAR. Cientos de chinos aguardan para asistir a la inauguración del puente. / AFP
Un puente colosal para unir China
ENTRE SHANGAI Y NINGBO

Un puente colosal para unir China

El gigante asiático estrena el mayor viaducto marítimo del mundo, una estructura de 36 kilómetros que conecta los 'macropuertos' de Shanghai y Ningbo

ZIGOR ALDAMA

Viernes, 2 de mayo 2008, 10:20

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Desde el aire, impresiona. Parece no tener fin. El mayor puente sobre el mar del mundo, de 36 kilómetros de longitud, divide en dos las aguas marrones de la bahía de Hangzhou, y une las ciudades de Shanghai y Ningbo, primer y cuarto puertos mundiales respectivamente. Hasta ahora había que bregar más de cinco horas por atestadas carreteras para recorrer los 400 kilómetros que separan ambos núcleos industriales. A partir de la pasada medianoche, 280 kilómetros se han evaporado y quienes hagan el trayecto podrán dedicar a otros menesteres las tres horas y media que se ahorran en el viaje.

Las autoridades chinas no han escatimado recursos para asombrar al mundo con otra de sus faraónicas construcciones, inaugurada ayer a bombo y platillo. Han sido necesarios cuatro años, casi dos millones y medio de toneladas de hormigón, y 880.000 de acero, para completar la superestructura, que cuenta con seis carriles y está diseñada para soportar el tráfico de 100.000 vehículos diarios, aunque sólo se prevé alcanzar esa cifra en 2026. Las autoridades consideran que, ahora, circularán por el puente 40.000. La factura, lógicamente, ha sido abultada: 1.100 millones de euros, de los que 350 pertenecen a capital privado. Cada vehículo tendrá que pagar por cruzar el puente una media de ocho euros, pero la mayoría considera que las ventajas bien valen el gasto. Sin duda, este gigantesco Moisés del siglo XXI será capaz de impulsar aún más el comercio y la industria de la ya congestionada costa este china, que genera casi el 70% del PIB del país.

El diseño se ha visto obligada a tener en cuenta los frecuentes tifones que sufre la zona, y los ingenieros encargados del proyecto consideran que el puente se mantendrá en pie al menos un siglo. La velocidad de los vehículos está limitada a 100 kilómetros por hora, aunque será reducida a 60 con mal tiempo, y el puente cerrará siempre que la visibilidad baje de los 50 metros o el viento supere los 60 kilómetros por hora. Inicialmente, estará prohibido el transporte de mercancías peligrosas, y los camiones sólo podrán circular por las vías centrales de ambos sentidos. El puente de la Bahía de Hangzhou destrona a su hermano, el Gran Puente del Mar Oriental que, con 32,5 kilómetros, une Shanghai y su puerto marítimo, para convertirse en el más largo sobre el mar, aunque todavía existe un viaducto mayor, de 38 kilómetros, sobre el lago Pontchartrain, en Louisiana (Estados Unidos), que sufrió graves daños durante el huracán Katrina.

97 aeropuertos

El puente inaugurado ayer se enmarca dentro de la fiebre gubernamental para modernizar las infraestructuras del país. Al plan nuclear que prevé la construcción de 13 nuevas centrales, y al ambicioso proyecto para tender 2.000 kilómetros de líneas ferroviarias de alta velocidad, se une ahora la decisión de construir 97 nuevos aeropuertos antes de 2020, y dar así respuesta a la congestión que vive el tráfico aéreo en el país.

El proyecto le costará a las arcas chinas 6.000 millones de euros, y 2010 ya habrá dado como fruto 45 aeródromos. Cuando finalice la construcción de todo lo planificado, el país contará con 244 instalaciones aéreas, todavía sólo un 10% de las de Estados Unidos, pero suficiente para compensar el aumento de la demanda, que ronda el 20% anual.

Con la medida, las autoridades del país asiático pretenden dar solución a dos problemas incipientes. Por un lado, trata de reducir el número de vuelos domésticos en las grandes ciudades, que sirven de 'intercambiadores' para otras urbes de gran tamaño pero que no cuentan con aeropuerto. Además, la conexión directa de un centenar de ciudades ayudará al Gobierno en su empeño por desarrollar los 'agujeros negros' del país. Lugares con un gran potencial de negocio que, por su ubicación y falta de infraestructuras, no tienen posibilidad de salir adelante.

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