«Con la actual situación clasificatoria no es fácil jugar»

Joseba Etxeberria abraza la cautela para abordar la actualidad del Athletic. Mide bien sus palabras, contesta con corrección y cuando habla mira a los ojos. Maneja materia sensible, hecha de sentimientos y tradición, y busca transmitir seguridad. El capitán rojiblanco cuenta con el aval de la experiencia -lleva trece temporadas en el club- y sabe que en los momentos de crisis el mejor antídoto es la tranquilidad. Admite que la dinámica no es la más idónea, con el agravante de las dos últimas campañas, pero asegura que «ahora las sensaciones son mejores». Está convencido de que «el equipo va a crecer», aunque recuerda que «en los tres últimos años, no hemos tenido estabilidad deportiva ni institucional».

-Contra el Levante estuvo en el banquillo. ¿Qué vio?

-Que al final conseguimos lo que queríamos: ganar. Sabemos que debemos mejorar muchas cosas, pero en la situación en la que estamos lo que prima es la victoria. El partido contra el Levante era una especie de 'misión cumplida'. Vencimos y logramos mantener la portería a cero.

-Lo único bueno fueron los tres puntos.

-El encuentro no fue muy vistoso, pero sacamos muchas conclusiones positivas. Siempre estuvimos dentro del partido, concentrados y serios. La victoria fue justa.

-Así que suscribe la filosofía resultadista de Caparrós. «Lo importante son los tres puntitos».

-Sí. En otra situación, la gente se podría soltar más y desplegar un juego más vistoso. Pero en estos momentos, con la actual situación clasificatoria, no es fácil jugar.

-Es la tercera temporada consecutiva en la que el equipo sufre, coquetea con el descenso. ¿Qué solución tiene este Athletic a corto plazo?

-A pesar de que a nivel de clasificación estamos prácticamente igual, el equipo ofrece mejores sensaciones. Hemos mejorado defensivamente y el promedio de goles en contra ha bajado, aunque es verdad que en la otra faceta nos está costando. Pero la sensación de seguridad, de no desarmarnos, tal y como ha ocurrido durante las dos últimas temporadas, hace que seamos más optimistas.

-De todos modos, la dinámica no es buena. El mensaje que se le traslada al aficionado es que el Athletic está condenado a pelear por la supervivencia.

-A corto plazo, sí. Es lo que estamos viendo en la clasificación. Pero este equipo va a crecer. Hemos tenido muchos cambios. Han venido jugadores nuevos, entrenador nuevo, presidente nuevo...

-Pero la situación deportiva...

-Es más o menos parecida, sí, pero ahora debemos acoplar todos esos factores para que el equipo sea más competitivo.

-¿Pide tiempo?

-Así es, aunque sabemos que pedir paciencia en Primera División es pedir un milagro.

-¿Tiene miedo de que, de prolongarse esta situación, el equipo acabe por bajar?

-No es miedo. Existe una preocupación lógica por parte de los aficionados y la gente que trabaja día a día en el club. Esa preocupación, sin embargo, la tenemos que canalizar por buen camino. Sabemos que esto es muy difícil, por la igualdad que hay, y que se trata de una carrera muy larga en la que los pasos hay que darlos muy bien.

-Para el Athletic, ¿competir es cada vez más difícil?

-Es evidente. Existe una igualdad que, años atrás, no estaba tan clara. Hoy en día los ingresos por televisión son muy cuantiosos y hacen que los equipos 'modestos' contraten a buenos jugadores. Ahí están los ejemplos del Murcia, Valladolid, Almería... Hace una década no podían competir al nivel que tienen ahora. ¿Qué pasa? Que el Athletic juega en desventaja y por eso es tan importante la estabilidad. En los tres últimos años, no hemos tenido estabilidad deportiva ni institucional.

-¿Hablan en el vestuario de lo que está pasando? ¿Están preocupados?

-El vestuario es consciente de que no puede mirar más allá del próximo domingo. Sé que los jugadores siempre decimos lo mismo, que es la misma frase de siempre, pero van pasando los años y te das cuenta de que es así. Eres mejor o peor dependiendo de lo que has hecho en el último partido.

-Siendo capitán, hombre que ha jugado en la 'Champions' con el Athletic, se le hará raro luchar por la permanencia.

-Hay que adaptarse. Una de las cosas que debe hacer un futbolista es acostumbrarse a las nuevas circunstancias. Y no sólo hablo de los objetivos deportivos, sino de los métodos del nuevo entrenador, de la llegada de los nuevos jugadores... Jugar al fútbol no es sólo salir al campo y pegar al balón; hay un montón de factores que, con la igualdad que hay hoy en día, se convierten en pequeños detalles que determinan los partidos.

Ilusión por jugar

-Lleva trece años en el Athletic y pocas veces ha tenido que escuchar silbidos en San Mamés. ¿Tiene la sensación de que la afición se está hartando?

-Cuando los resultados no son buenos y el juego que practicas no es suficiente para los aficionados, la gente se pone nerviosa. Pero tenemos la ventaja de que, sea cual sea la situación deportiva, sea cual sea el equipo que nos visita, un montón de gente va al campo. Los rivales lo ven y eso es un activo muy importante par nosotros. Ahora bien, con eso no conseguimos nada porque los partidos se resuelven en el 'verde'.

-Llevaba más de tres años sin marcar en San Mamés en Liga y muchos le daban por acabado.

-Fue mucho tiempo sin marcar en casa, sí, pero es como todo. No es verdad que llevaba tres años y medio sin marcar en San Mamés, porque había metido en la Copa del Rey y la UEFA. Ya se sabe, si se quiere decir algo bueno de alguien se destaca lo positivo. Y lo mismo ocurre al revés. No estaba obsesionado, pero tenía ganas de anotar para ayudar al equipo.

-¿Ha llegado a pensar, aunque sólo fuera por un momento, que esto del fútbol se ha acabado para usted?

-Qué va. De hecho, la ilusión por jugar y por entrenar sigue intacta. El día que esa ilusión se pierda empieza tu final.

-¿Nunca ha llegado a dudar de sí mismo?

-En absoluto. El hecho de que nunca dudes, aunque tengas altibajos, hace que la ambición por seguir mejorando esté siempre presente.

-Caparrós le quitó de la banda y le puso de segundo delantero. Lo agradeció muchísimo.

-Es por la forma de jugar. El equipo se siente más cómodo con espacios y es por eso por lo que los partidos fuera de casa nos salen mejor. Entre la defensa rival y el portero suele haber más sitio y eso, siendo delantero, te da más opciones.

-Caparrós confía su capitán.

-Es una suerte. El hecho de que llegue el nuevo entrenador y tú entres en sus planes es para estar contento. Aquí nadie se puede relajar, el equipo varía y entra gente nueva. Eso hace que la competencia sea mayor y el 'once' titular, mejor.

-¿Y el capitán confía en el 'míster'?

-Sí. Ha venido con mucha fuerza. Conoce bien la Liga y sabe que hay que acoplar a la gente nueva. El hecho de que la directiva haya dado el paso con un contrato largo, de tres temporadas, demuestra una clara apuesta por la estabilidad.

-La filosofía se cuestiona sólo cuando las cosas van mal. Como capitán, ¿preferiría ver al Athletic en Segunda que cambiar de modelo?

-Una cosa no va con la otra. Tenemos mil ejemplos. Una cantera igual de buena que la nuestra era la de Mareo, del Sporting, o la de Zubieta, de la Real. En su día decidieron ir por otro camino y no están mejor que nosotros. La filosofía del Athletic no la van a cambiar ni los futbolistas ni la directiva, sólo pueden hacerlo los socios.