EA y Aralar dieron 6.000 euros a Batasuna para organizar una manifestación conjunta

Eusko Alkartasuna, Aralar y sindicatos como ELA o EHNE ingresaron dinero en la cuenta del dirigente de Batasuna Anjel María Elkano en marzo de 2006 para organizar una manifestación en Bilbao a favor del diálogo y en la que se reclamó la amnistía para los presos de ETA, según figura en el informe fiscal entregado en la Audiencia Nacional para reclamar la ilegalización de EHAK. La marcha había sido convocada el 1 de abril de 2006, después de que ETA declarase el alto el fuego, y contaba con el apoyo de los partidos citados, agrupados en el denominado Foro Nacional de Debate, además de otras organizaciones como agrupaciones de transportistas.

Según la documentación que aporta el Ministerio Público, la cuenta para organizar la manifestación conjunta fue abierta el 14 de marzo, una semana antes de que ETA declarase el alto el fuego. El titular era Anjel María Elkano, un histórico de la izquierda abertzale actualmente en prisión por orden de la Audiencia Nacional, tras ser detenido en la reunión de la mesa nacional en Segura.

Tres días después de la apertura de la libreta en la Caja Laboral comenzaron a realizar abonos organizaciones como ELA , que entregó 2.800 euros, Stee-Eilas- que pagó 600 euros- o Zutik -que aportó 300 euros-. Eusko Alkartasuna ingresó enla cuenta 5.000 euros, la misma cantidad que LAB. La única organización que superó esa aportación fue Batasuna, que en diversas partidas entregó 7.5000 euros. En total, los organizadores recaudaron 30.900 euros. ANV, que por entonces apenas tenía actividad política, aportó 1.200 euros.

Desde la cuenta del dirigente de Batasuna se realizaron pagos por la misma cantidad. Gran parte de ellos no están detallados ya que el dinero fue retirado en cheques. El informe de la fiscalía no especifica el saldo final de la cuenta.

Según las posibilidades

Los principales responsables de EA y Aralar aseguraron ayer que el pago de esas cantidades fue acordado en una reunión para preparar la manifestación y se decidió costear el acto en proporción a las posibilidades. El miembro de la ejecutiva de EA Rafael Larreina explicó que, «como en todos los actos conjuntos de varias organizaciones, se decidió aportar dinero para el evento en función de las posibilidades de cada grupo». El dirigente de Aralar Patxi Zabaleta también explicó que su partido aportó dinero para el evento «de la misma forma que se hace para cualquier manifestación compartida». Ambos responsables, por otra parte, negaron que el dinero ingresado en la cuenta de Batasuna tuviera cualquier relación con las peticiones que en ese momento estaba realizando Batasuna para reunir dinero con el que pagar las fianzas de Arnaldo Otegi y otros de sus dirigentes. La coalición ilegalizada sí que utilizó la marcha para vender bonos con los que recaudar fondos, ya que la Audiencia Nacional reclamaba 250.000 euros al portavoz radical para conseguir la libertad provisional. El mismo día de la marcha, Joseba Permach realizó un llamamiento público a la solidaridad para poder hacer frente a esos gastos.

La marcha, que contó con una asistencia masiva, fue la primera que se celebró tras la declaración de alto el fuego. Contó con el apoyo de todos los sectores nacionalistas salvo el PNV, cuyo presidente, Josu Jon Imaz, pidió de manera expresa alos militantes jeltzale que no acudieran. Al acto sí asistieron los miembros de EA en el Gobierno vasco y, como invitados, acudieron destacados dirigentes de ERC como Joan Puigcercós. Aunque la manifestación pretendía reclamar un acuerdo, se convirtió finalmente en un evento para exigir la amnistía para los presos de ETA.