Borrar
consejero

Madrazo aboga por combatir la homofobia en las zonas rurales

L. L.

Lunes, 4 de febrero 2008, 09:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La prisión de Nanclares de la Oca fue ayer el escenario elegido por el Gobierno vasco para rendir un homenaje a los gays, lesbianas y transexuales que durante el franquismo fueron represaliados. Según las memorias de la Fiscalía del Tribunal Supremo, «durante la dictadura fueron incoados más de 58.000 expedientes de peligrosidad y fueron dictadas más de 21.000 sentencias condenatorias» en aplicación de la Ley de Vagos y Maleantes y de la de Peligrosidad y Rehabilitación Social.

El acto estuvo presidido por el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, quien recordó las «vejaciones, torturas y tratamientos médicos como la lobotomía para modificar su cerebro». Sin embargo, eso «no logró doblegar» a los homosexuales, a quienes el consejero calificó de «héroes». Pese a los avances de los últimos años, recordó que aún «hay adolescentes que se sienten incomprendidos, personas que son marginadas» y se refirió a «los pueblos pequeños, donde la homofobia está más presente».

En el acto, en el que se inauguró una escultura de Nestor Basterretxea, también intervinieron el Ararteko, Íñigo Lamarka; el presidente de la Asociación de ex presos sociales, Antoni Ruiz; el periodista Fernando Olmeda; el representante en Toulouse de los olvidados de la memoria, Hervé Irigoyen; y se leyó un comunicado de la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo. También se proyectó el testimonio grabado de Juan Soto, quien sufrió la represión y contó su historia en el libro 'Un hombre llamado Katy'.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios