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M. L.
Domingo, 16 de diciembre 2007, 07:30
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Comprar tomates en perfecto estado y sin una sola mancha en la piel no es misión imposible. Al menos, en Marruecos. Y es que Fernando Zarauz asegura que los productos del país vecino tienen un sabor especial, más natural. «Lo cierto es que las frutas y verduras son excelentes, de muy buena calidad. Es un sabor que nunca encontrarías en un hipermercado del País Vasco», comenta.
Los gustos culinarios locales también incluyen la carne, pero no la de cerdo por evidentes cuestiones religiosas. «Les gusta mucho comer cordero y, en menor medida, vaca. El pescado, por el contrario, es menos popular». Pero a pesar de que el género es de primera calidad, la cocina del país magrebí «no es tan variada como la vasca». Eso sí, se confiesa un enamorado de los hojaldres típicos marroquíes. «Se pueden cocinar en dos versiones: una con relleno de pescado y gambas, y otra con pollo, canela y almendras». Una mezcla explosiva. Todo un manjar.
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