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La Real se aferra al sueño chino
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La Real se aferra al sueño chino

Envuelta en una grave crisis económica, deportiva e institucional, el club donostiarra se mantiene a la expectativa con el interés de un grupo inversor oriental

IGOR BARCIA

Domingo, 18 de noviembre 2007, 03:52

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Descenso a Segunda, marcha de jugadores, aumento amenazador de la deuda, descenso de aficionados en Anoeta, dimisión de la presidenta y elecciones en enero de 2008. En sólo cinco meses, la crisis de la Real Sociedad ha tomado tintes alarmantes. La caída a los infiernos del club donostiarra no parece tener fin, y su llegada a la categoría de plata, que podía suponerse como un volver a empezar, no ha hecho sino agravar todos los males hasta alcanzar una situación sin retorno. La entidad de Anoeta asume que se encuentra en el momento más complicado de su historia, y el anuncio de elecciones para comienzos de año, unida a la marcha de la presidenta María de la Peña, sitúan a la Real Sociedad ante dos meses decisivos cuando se acerca a los 100 años de historia.

Desde luego, aquellos que quieran aceptar el desafío de reflotar la nave donostiarra tienen una tarea ardua. La frialdad de los números es la que mejor define el estado actual de un club que, según el Consejo, tiene una deuda neta de 18 millones de euros, -aunque se teme que la cifra sea mayor- transita en el puesto 13 de la Segunda División, a cinco puntos tanto del ascenso como de la zona de descenso, y ha presentado un presupuesto de 24 millones de euros de los que solo puede asegurar ingresos de 12.

Es esta agonía económica, unida a la fractura social que existe en la Real Sociedad desde el traumático descenso tras 40 años consecutivos en la élite, la que ha llevado al Consejo a arrojar la toalla. El club venía arrastrando problemas desde la salida de José Luis Astiazarán, y la llegada el 30 de junio de 2005 de Denonerreala al club, con Miguel Fuentes de presidente, tenía como objetivo revitalizar deportiva y económicamente a una entidad que había tocado techo con su presencia en 2002-2003 en la Liga de Campeones. A priori, el club debía apostar por la cantera en un doble intento de recuperar las raíces de la Real Sociedad y de ajustarse el cinturón para cuadrar cuentas.

Dos años después, se puede decir que aquel objetivo ha fracasado. La apuesta deportiva se vino abajo en la última jornada de la pasada temporada, mientras a nivel económico el problema es mucho mayor. Pese a que en junio del pasado año se llevó a cabo una ampliación de capital, no sirvió para arreglar los problemas. El hecho de salvar los muebles por un ajustado margen de 4.259 acciones (46% a favor por un 40% en contra) en la Junta de Accionistas del 30 de junio de este año dejó claro que el actual Consejo iba a tener muy complicada su supervivencia ante tal división en el club. Y, en este sentido, la presentación del presupuesto para la actual temporada 2007-08, que debería ser aprobado en la Junta del 30 de noviembre, ha servido para encender todas las alarmas en torno al equipo. A saber, el presupuesto es de 24 millones, pero lo más sorprendente es que el Consejo sólo tiene asegurados los ingresos para cubrir la mitad del mismo.

Para alcanzar los otros 12, María de la Peña -sustituida al frente del Consejo por Juan Larzabal- dio a conocer el día de su dimisión doce medidas para obtener beneficios que afectarían de forma notable al futuro de la Real, ya que suponen vender todo lo que tiene valor en el club a día de hoy -zonas de Zubieta, la tienda en el centro de la ciudad- y lo que puede tenerlo en el futuro, como son derechos de promesas del filial o jugadores de la actual plantilla. Y, por si no fuera suficiente, reclamó apoyo institucional tanto del Ayuntamiento como de la Diputación.

Un rayo de esperanza

Ante semejante panorama crítico, el único atisbo de esperanza que se observa es la aparición de un grupo inversor con capital procedente de China que mostró su interés por hacerse con un 35% del club donostiarra (a la espera de futuros movimientos electorales). Aunque se dio a conocer hace un par de semanas, lo cierto es que Lighthouse Consulting Limited -nombre de la empresa cuya cabeza visible es el guipuzcoano Iñaki Badiola- ya hizo su primera oferta al Consejo en 2006, que fue rechazada. Sin embargo, el grupo ha reafirmado su interés y ha venido trabajando en la estrategia para hacerse con el control del club donostiarra.

En principio, el anuncio de elecciones es un hándicap para su llegada al club, pero Badiola ya se ha apresurado a señalar que se presentarán para llegar al Consejo el 3 de enero, y que toda su estrategia tanto económica como deportiva está perfectamente diseñada. El objetivo está claro, ascender a Primera sea como sea esta temporada, aunque haya que hacer un importante desembolso económico en el mercado de invierno para reforzar la plantilla. El proyecto contempla la necesidad de encontrar nuevas fuentes de ingresos, ya que aparte de los inherentes a derechos televisivos, taquilla y 'merchandising' local, se vislumbran dificultades para identificar otras alternativas.

Por ello, adquieren el compromiso de canalizar para la Real unos ingresos mínimos por 'merchandising' en Asia equivalentes a la partida de taquilla presupuestada por la directiva actual, es decir, 4,7 millones de euros en Segunda División y 7,5 millones en Primera. El dinero llegaría mediante la apertura, en régimen de exclusividad, de dos tiendas de la Real en los aeropuertos de Pekín y Shanghai para la comercialización de productos deportivos -fabricados con menor coste en China-, de cara a los Juegos Olímpicos de 2008 y la Expo de 2010. Asimismo, se contempla la posibilidad de que el equipo realice giras en China y Japón, siempre y cuando fueran en fechas propicias y con la aprobación de la dirección deportiva y el entrenador txuri urdin. Anoeta pasaría a llamarse Beijing 2008 -hasta la celebración de los Juegos- y Expo Shanghai 2010 hasta enero de 2011. Prevén la organización de eventos deportivos en el propio estadio, en otros enclaves de la ciudad y en las principales urbes chinas. También se estudia la colaboración con un equipo de la Liga china (cantera, escuelas deportivas, cesión de jugadores...).

Oposición del Consejo

Como era de esperar, una aparición de este tipo en el escenario caótico en el que se encuentra inmersa la Real ha suscitado reacciones de todo tipo. Entre todas ellas sorprende, por su condundencia, la del actual Consejo de Administración. La ya ex presidenta María de la Peña expuso que la entrada de los nuevos inversores con un 35% del poder supondría acabar con el actual sistema accionarial atomizado, en el que cada accionista sólo puede poseer como máximo un 2% del club donostiarra. Esta cláusula se impuso cuando la Real Sociedad se convirtió en SAD en pro de favorecer que la entidad estuviera en manos de sus socios.

Ahora, que alguien compre el 35% de las acciones se ve como una amenaza. El actual presidente, Juan Larzabal, que se mantendrá en el cargo hasta el 3 de enero, fue más allá en sus temores y, en una entrevista publicada ayer en 'El Diario Vasco', aseguraba que «creemos que el actual modelo societario es el mejor para el club. Luego hay otras opciones que en mi opinión son buenas, menos buenas, malas y muy malas. La única opción que parece existir hasta ahora estaría en esta última categoría. No me inspira confianza ni el proyecto de Badiola ni la persona que lo defiende. Entiendo que esta valoración pueda parecer beligerante, pero creo q ue es una valoración objetiva».

Frente a esta actitud frontal, ve con buenos ojos la llegada de aires de cambio una nutrida parte de la masa social del club, que únicamente desea que su equipo recupere parte del lustro de antaño, independientemente de dónde proceda el dinero. Es la postura que defienden voces autorizadas como José Luis Larrea, presidente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, y Roberto López Ufarte, ex futbolista de la Real. Para el directivo, «lo importante es que a partir de enero queden resueltos los problemas que sufre el club. A ver si de verdad llega una inyección económica, ya sea de Guipúzcoa o de cualquier otra parte. Es bueno que haya gente interesada, quiere decir que la Real todavía es alguien en el fútbol».

Para López Ufarte, está claro que «es bueno que pase algo en la Real. Si los inversores son gente de casa, mejor que mejor. Si no, a mí me da igual que sean guipuzcoanos, chinos o japoneses. Necesitamos gente que cree ilusión y riqueza».

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