A examen los 35 kilómetros de túneles ferroviarios en Vizcaya

El desprendimiento registrado el martes en las obras de la estación subterránea de Miribilla, que obligó a desalojar el pasaje de un 'cercanías' de Renfe, revela la importancia de los controles de seguridad y de las inspecciones en los túneles ferroviarios como medidas de prevención. Los cuatro operadores de Vizcaya -Metro Bilbao, Renfe, Euskotren y Feve- suman 35 kilómetros de galerías de vías bajo tierra, sometidas a examen de forma periódica para garantizar la protección de los viajeros. Las empresas revisan sus trazados con una frecuencia desigual -entre los quince días y los tres meses-, aunque todas disponen de equipos para evaluar de urgencia el alcance de un incidente.

Es el caso del túnel de Miribilla. Antes y después de cada microvoladura, necesarias para poder perforar la caverna, los técnicos examinan con lupa el tramo abierto al tráfico ferroviario. Los exámenes se han intensificado tras el desplome de una roca de 20 toneladas en la zona de obras, cuyo impacto en la vía fue frenado por una mampara de seguridad. Sin embargo, la plancha cedió, invadió el gálibo y golpeó de lado a un tren con 59 viajeros a bordo, quienes, más allá de un buen susto, no resultaron malheridos. Técnicos de Bilbao Ría 2000 -constructor de la estación-, de la ingeniería encargada de la obra y de la contrata inspeccionaron ayer el lugar del accidente. A la espera de las conclusiones, el tramo afectado está en 'cuarentena', aunque el resto del tajo sigue en marcha.

Además de las intervenciones por siniestro, los cuatro operadores ferroviarios del transporte público en Vizcaya trabajan con un calendario de revisiones ordinarias como medida de prevención. Así examinan sus túneles unas compañías que mueven al año a más de cien millones de pasajeros.

METRO BILBAO

17,6 kilómetros de galerías en las dos líneas revisados una vez al mes

Metro Bilbao es la empresa con más túneles a su cargo, a pesar de que gran parte de su recorrido es a cielo abierto. Un equipo especial de mantenimiento se encarga de revisar una vez al mes el trazado subterráneo, distribuido de la siguiente manera: 7,2 kilómetros en la Línea 1 y 8, en la de la margen izquierda. Con las tres estaciones soterradas -Algorta, Las Arenas y Erandio-, el tramo bajo tierra suma 17,6 kilómetros de longitud. Aquí debajo, dos de los principales enemigos para la salud de la caverna son la humedad y las filtraciones. Por ello, las paredes de las galerías cuentan con un sistema interno de drenaje que confluye en mitad de la vía, en un bombeo denominado 'espina de pez' que devuelve el caudal a la red de saneamiento del Consorcio de Aguas. Nada de esto está a los ojos del viajero.

Además de revisar el buen funcionamiento del drenaje, la brigada de limpieza recoge los restos sólidos, riega paredes, retira la grasa de los carriles e inspecciona los equipos de ventilación. También repasa el estado de la caverna, revestida con láminas de hormigón. Por este orden de capas, la segunda piel está formada por una membrana impermeable, malla, hormigón proyectado, perchas metálicas y bulones -tornillos de hasta 10 metros-.

RENFE

Inspección desde la cabina y a pie por ocho túneles

Adif, gestor de las infraestructuras de Renfe, tiene en Vizcaya ocho túneles a examen: dos de Bilbao a Orduña -uno de ellos es el de Miribilla (1.150 metros) y el resto, en la margen izquierda-. A falta de datos oficiales, rondarían los cuatro kilómetros en su conjunto. Hay dos tipos de inspecciones ordinarias. Una es visual y se realiza cada quince días por parte del jefe de distrito desde la misma cabina del tren, que rebaja la velocidad a su paso por la galería. Si detectan alguna deficiencia, dan cuenta de ella para su inmediato arreglo. Los técnicos desarrollan un control más preciso cada seis meses, al visitar a pie los túneles.

EUSKOTREN

9 kilómetros de tramo subterráneo examinado cada tres meses

Euskal Trenbide Sarea es el gestor vasco de infraestructuras ferroviarias que se ocupa del mantenimiento de Euskotren. Bajo su responsabilidad, controla el buen estado de 9 kilómetros de túneles Los revisa una vez cada tres meses y ejecuta los arreglos a medida que se localiza algún desperfecto. Anualmente realiza una inspección más exhaustiva. En el futuro, la línea actual ganará 9 kilómetros subterráneos, divididos casi a partes iguales entre el soterramiento de Durango y la ampliación de Etxebarri a Matiko.

FEVE

Inspecciones quincenales en sus 4,1 kilómetros de túneles

Los dos jefes de distrito de Feve en Vizcaya se ocupan de la revisión de los 4,1 kilómetros que pasan bajo tierra: 1.352 metros están en el tramo Bilbao-Balmaseda y 2.789 metros, entre Aranguren y Carranza. En total, garantizan la conservación de 17 túneles a través de inspecciones quincenales, realizadas desde la cabina del tren. Los tramos subterráneos de Las Encartaciones, que forman parte de la línea a Cantabria, serán renovados con la incorporación de red eléctrica. Los convoyes de esta ruta funcionan hoy con gasóleo.