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A EMPUJONES. Higuero (510), a la derecha de la imagen, queda encerrado en una recta final en la que Baala (556) fue descalificado. / EFE
Los jueces repescan a Higuero y habrá tres españoles en la final del 1.500
MUNDIAL DE ATLETISMO

Los jueces repescan a Higuero y habrá tres españoles en la final del 1.500

La semifinal del burgalés resultó un baile de empujones y codazos que se saldó con la descalificación del francés Baala Casado y Gallardo lograron su pase en la segunda serie

FERNANDO MIÑANA

Martes, 28 de agosto 2007, 10:17

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Juan Carlos Higuero se enteró en el hotel de que entraba en la final de 1.500. Otro follón. España está viviendo un Mundial muy polémico. Si el segundo día fue 'Paquillo' Fernández el que ganó una medalla de plata con suspense, en esta ocasión le tocó a Juan Carlos Higuero. El burgalés se quedó fuera de la final al entrar noveno después de una recta final llena de empujones y codazos. Pero el Jurado de Apelación atendió la reclamación española y decidió readmitirle al observar en el vídeo que una acción del francés Baala propició que le desequilibrara y perdiera sus opciones. Mehdi Baala, entre los cinco que pasaban a la final (acabó cuarto), fue descalificado. Su puesto lo ocupó el sexto, Nicholas Willis.

Las dos semifinales fueron muy sucias. Perras, como les gusta decir a los atletas. En la primera, nueve corredores llegaron en paralelo a la recta. Baala, que no encontraba un hueco entre aquel gentío, sacó los brazos y quitó de en medio al marroquí Youssef Baba, que acabó en el suelo y que también fue recalificado, y a Mekkonen Gebremehdin, quien se quedó fuera porque su país no reclamó. Esta acción perjudicó también a Higuero, que se tiró toda la vuelta final defendiendo la cuerda a codazos.

El campeón de España respiró al conocer que lo habían repescado. «He corrido para clasificarme, así que me lo merezco», indicó para zanjar la polémica. Antes, nada más acabar la carrera, estaba indignado por la acción del francés. Aunque él, enfrascado en lo suyo, no supo en ese instante quién fue el culpable de tamaño desaguisado. Pero España volverá a tener tres representantes en la final de los 1.500, como en Helsinki.

La segunda semifinal fue igual de reñida. La ausencia de un dominador claro, como era Hicham El Guerrouj en su tiempo, provoca que todos corran con más precauciones, Hay mucho miedo. Rashid Ramzi, el campeón del mundo de 800 y 1.500, fue el único que se mostró un punto más fuerte y se llevó el triunfo. Arturo Casado, impecablemente colocado durante toda la carrera, entró tercero.

Gallardo, sin una zapatilla

Sergio Gallardo se clasificó por tiempos. El leonés realizó una proeza. A falta de 500 metros alguien le sacó la zapatilla. En la última vuelta la perdió y siguió corriendo con el pie izquierdo descalzo. Pero sus problemas no terminaron ahí. Cuando todavía quedaban 300 metros golpeó con el pie a Casado. «Me he destrozado los dedos. Espero que no sea nada grave porque me duele un montón», señaló. A pesar de todos estos contratiempos entró sexto y estará en la final. Mañana se permite soñar. «Me he encontrado muy bien. Si sin una zapatilla he estado así creo que en la final puedo hacer grandes cosas».

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