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La Defensora del Pueblo en La Rioja, María Bueyo Díez Jalón, en su despacho. / SERGIO ESPINOSA
«No puedo hacer milagros, pero sí quitar las piedras del camino»
MARÍA BUEYO DÍEZ JALÓN, DEFENSORA DEL PUEBLO EN LA RIOJA

«No puedo hacer milagros, pero sí quitar las piedras del camino»

El viernes se cumplen 7 meses de la toma de posesión de la Defensora del Pueblo «La demanda social es mayor de la que habíamos imaginado», asegura

V. DUCRÓS

Miércoles, 25 de julio 2007, 04:37

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María Bueyo Díez Jalón se considera una mujer «incombustible», una cualidad necesaria para poder afrontar una nueva etapa que comenzó el 27 de diciembre, cuando tomó posesión de su cargo en el Parlamento. El viernes se cumplirán siete meses.

-¿Cómo han sido los inicios?

-Empecé de cero. No teníamos sede y estuvimos provisionalmente en unas dependencias que nos dejó el Parlamento de La Rioja, antes de pasar al piso de Gran Vía. Comencé a trabajar el 28 de diciembre y ese mismo día ya recibí las tres primeras quejas.

-¿Recuerda cuáles fueron?

-Las dos primeras. Una de ellas estaba relacionada con un camino vecinal, un camino público en Nalda; y la otra tenía que ver con unos aspirantes a una oposición de función pública, a Policía Local, en Alfaro.

-¿Cuál ha sido la actividad hasta este momento?

-Hasta hoy (por ayer) ya tenemos registradas 229 quejas. Las consultas se reciben diariamente.

-¿Se ha quedado pequeña la sede?

-La demanda social es mayor de la que nos habíamos imaginado. Hay que empezar a pensar en una Casa del Defensor, en un edificio en el Casco Antiguo, que se pueda rehabilitar. Espero que pronto tengamos una sede digna.

-¿Existe desconocimiento por parte de los ciudadanos de las competencias de la Defensora?

-Menos que al principio. El primer mes la gente venía un poco despistada y pensaba que la Defensora era como una asesoría jurídica gratuita. Quienes venían planteaban cuestiones entre particulares, pero con el paso del tiempo los ciudadanos ya saben que la Defensora del Pueblo intermedia cuando existe un problema con la Administración Pública.

-¿Qué áreas son las que registran un mayor número de quejas?

-No se puede decir que exista un tema estrella. Las quejas individuales van desde el señor que va por la calle y se ha caído y pide responsabilidad al Ayuntamiento y éste no le contesta, hasta la señora que quiere matricular a sus hijos en un centro. Las quejas colectivas sí que denotan un tema que puede tener una cierta trascendencia, por ejemplo el de los ruidos con la plataforma 'Queremos Dormir'; por la ejecución de alguna obra pública; o por la tarificación de los parkings públicos.

-Usted actuó de oficio en el tema de la convivencia escolar.

-Requerí documentación a la Consejería de Educación. Ahora haremos un trabajo de campo; una evaluación de los centros públicos, de Logroño, de las cabeceras, de los CRA. Remitiremos encuestas a estos centros, dirigidas a los alumnos, profesores, asociaciones de padres y equipos directivos de cada centro. Si logramos hacerlas en octubre, y en noviembre puedo reunirme con mis dos asesores para empezar a evaluarlas, creo que para finales de año podría estar presentado el informe.

Actuar de oficio

-¿Tiene previsto algún otro procedimiento de oficio?

-Tengo en la cabeza algunos. Son temas en los que hay una trascendencia pública, que afectan a un colectivo y en donde detecto que el derecho del ciudadano no está del todo bien contemplado.

-Usted afirma que da el callo en todo, que es incombustible. ¿Es una condición necesaria para ser Defensora?

-Es necesario que un Defensor esté en la calle, que conozca la realidad social y que tenga ganas de moverse. Yo no me puedo quedar aquí esperando a que me lleguen las quejas. Aquí tuvimos que crear la institución, comenzamos con un bolígrafo y un papel, y vimos qué necesitábamos. A partir de entonces me reuní con asociaciones y colectivos. Por ejemplo, el 4 de septiembre suscribiré un convenio de colaboración con 33 asociaciones de personas discapacitadas y enfermas de La Rioja.

-¿A qué ha renunciado?

-A todo, pero han sido renuncias profesionales. Era una oportunidad única; un reto.

-¿Cuáles son los 'pros' y los 'contras' del puesto?

-De momento no tengo 'contras'. Sólo 'pros'. Para mí sería una satisfacción poder solucionar cada semana a un ciudadano riojano su problema. Sé que no voy a solucionar la vida de nadie; no puedo hacer milagros, pero sí puedo quitarles las piedras del camino.

-¿Es la gratificación la recompensa a todo lo que ha renunciado?

-Soy una persona práctica y vivo al día; nunca me interrogo. Cuando adopto una decisión, la adopto y no vuelvo a pensar en qué hubiera pasado si no lo hubiese cogido y me hubiese quedado en Madrid. Tampoco pienso en lo que puede pasar mañana. Mañana miraré la agenda y ya está.

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