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«ME SIENTO MÁS JOVEN». 'Marko' combina el asueto con su negocio hostelero el fin de semana. / FOTOGRAFÍAS DE M. SALGUERO, J. CALLEJA, M. BARTOLOMÉ, P. URRESTI, J. ALEMANY, M. ATRIO Y J. ZORRILLA.
Mi vida como ex alcalde
VIZCAYA

Mi vida como ex alcalde

Algunos de los antiguos mandatarios locales más conocidos de Vizcaya confiesan sus planes de futuro tras retirarse antes de las elecciones

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Lunes, 23 de julio 2007, 13:55

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¿A qué se dedica un alcalde cuando se retira? Once ex mandatarios municipales de Vizcaya confiesan cómo les va la vida tras haber renunciado a presentarse a las últimas elecciones municipales, bien por voluntad propia o por la de su partido. Unos se jubilan, otros se vuelcan con sus nietos, la mayoría regresa a sus antiguos puestos de trabajo e, incluso, alguno hasta se ha tenido que apuntar al paro. También es tiempo para dedicarse a sus aficiones: paseos por el pueblo, viajes a Benidorm, de caza por Burgos, el Sahara, libros... Así es su nueva etapa sin la makila.

J. A. BAZTEGIETA 'MARKO'

Kortezubi

«Ahora, sin horarios, me despierto antes»

Tras casi 28 años como alcalde de Kortezubi, José Antonio Baztegieta 'Marko' (PNV) ha decidido «volar fuera de la jaula» y dedicarse a disfrutar de su retiro. «Ahora me siento más joven y con más ganas de vivir. Siempre digo que con cinco euros en el bolsillo y humor no hace falta nada más», asegura. Primero fue concejal en Gernika y alcalde pedáneo de Kortezubi cuando éste término estaba unido a la villa foral. Después de la desanexión, 'Marko' se convirtió en el máximo mandatario municipal.

A sus 62 años, este hombre polifacético, famoso por dar a conocer su pueblo a través de iniciativas tan imaginativas como disparatadas, ha dedicado su primer mes sin el bastón de mando a viajar, andar y charlar. «Cómo cualquier jubilado aprovecho los momentos más cotidianos. Eso sí, el fin de semana lo dedico a mi negocio de hostelería porque siempre hay que tener una obligación para agilizar la mente», explica.

'Marko' considera que es hora de tomarse un descanso. «He viajado a Bolivia y Mallorca. Mi familia y, sobre todo, mi nieta están encantados porque ahora estoy más tiempo con ellos. Es paradójico, ahora que no tengo horarios, me despierto mucho antes».

Su testigo lo ha recogido el también peneuvista Txomin Bilbao, al que lanza un consejo de amigo: «hay que hacer las cosas lo mejor que uno pueda. Aunque es imposible contentar a todo el mundo».

JUAN CARLOS GOIENETXEA

Bermeo

«Me han despedido y estoy en paro»

Juan Carlos Goienetxea (EA) ha cerrado una etapa de 16 años al frente del Ayuntamiento de Bermeo. Según cuentan muchos de sus amigos, el Consistorio era como «su casa». Todo el mundo, dicen, echará de menos su figura lanzando la teja en el día de la Magdalena, una de las estampas clásicas del verano vizcaíno. Al día siguiente de las elecciones, solicitaba su regreso a una multinacional fabricante de componentes hidráulicos, donde trabajaba como director comercial hasta que solicitó la excedencia para ejercer cargo público.

Sin embargo, su retorno a la vida laboral no será finalmente posible. «Volví y me entregaron un documento de despido en el que la empresa fijaba la cuantía de indemnización», declara un Goienetxea desconcertado. El ex regidor de la villa marinera, que cumplirá 49 años en noviembre, ya ha puesto en manos de un abogado su nueva situación, al estimar que su cese ha sido improcedente. «Parece que el empleo sólo está asegurado para los funcionarios», se queja.

Consciente de su valía, busca un nuevo empleo. «Fui al Inem de Gernika a inscribirme. Ahora estoy en el paro», reconoce con la misma sinceridad con la que se expresaba como político.

GUALBER ATXURRA

Muskiz

«Intento desconectar poco a poco»

Cuatro mandatos, los dos últimas como alcalde, dan para mucho. Gualber Atxurra supo ganarse la confianza de sus vecinos y hoy, pese a su retirada, es casi una institución en Muskiz. Adquirió experiencia como concejal de Acción Social, Urbanismo y Medio Ambiente, y la aprovechó después como primer edil para gestionar el gran cambio de una localidad que se ha convertido en una referencia dentro de la zona minera.

Hoy, a sus 44 años, intenta desconectar «poco a poco» de su pasado municipal para dedicar parte del tiempo perdido a su familia. Ha regresado a Petronor, refinería en la que trabajó durante tres lustros y de la que sólo le apartó el Ayuntamiento. «Esto es lo que sé hacer y en esta empresa está mi futuro», admite orgulloso. En lo político, el ex alcalde mantiene su fidelidad al PNV. «Como afiliado, sigo a las órdenes del partido, aunque no tengo previsto ocupar ningún cargo», confiesa.

JAVIER CRUZ

Santurtzi

«Hay perspectivas de ocupar algún cargo»

La intensidad política descendió para Javier Cruz desde que en enero anunció su retirada de la gestión municipal. Completaba su tercera legislatura al frente del Ayuntamiento de Santurtzi cuando decidió ceder el testigo del PSE-EE a Myriam Frade. Tras de sí dejaba una localidad fiel a sus raíces marineras, aunque inmersa en plena transformación. Bajo su mandato se recuperó el frente costero y crecieron las infraestructuras públicas. Como regidor, además, sentó las bases para el traslado de Renfe y la cesión de terrenos por parte del Puerto.

Funcionario del Gobierno vasco en excedencia, Cruz hace ya tiempo que no ejerce de maestro. Es su profesión y no descarta volver a la enseñanza en el futuro, pero de momento aspira a seguir vinculado a la política socialista. «Estoy a disposición del partido y existen perspectivas de ocupar algún cargo, pero aún no hay nada decidido», asegura a sus 53 años, dichoso ante la breve etapa de relax de la que disfruta.

KARMELO SÁINZ DE LA MAZA

Leioa

«Era el momento de borrar y dar un paso»

El ex alcalde de Leioa ya bucea en la empresa privada sin tiempo de quitarse apenas el traje de político profesional. La hiperactividad de Karmelo Sáinz de la Maza, todavía al frente de la presidencia de Eudel hasta septiembre, le ha llevado a perderse las vacaciones veraniegas para meterse de lleno en su puesto de director de una firma de servicios informáticos y consulting. «Soy inquieto, así que no he tenido ni vacaciones. Ahora veré si consigo una o dos semanas, pero es que quiero concentrarme en esto. Me apetecía el reto personal. Estoy contento», comenta.

Este abogado ha pasado del sector público al privado. Comenzó de joven, ocupando el cargo director de estudios del PNV entre 1991 y 1994, y entre 1995 y 1999 fue otra vez parlamentario. Además de hacerse cargo de la dirección de ese partido en Vizcaya durante tres años, ha sido presidente de Eudel y alcalde de Leioa las dos últimas legislaturas. «Sigo siendo un hombre político, pero creo que era el momento de borrar y dar un nuevo paso. Es un desafío personal», indica Sáinz de la Maza, de 48 años.

IÑAKI ZARRAOA

Getxo

«Haré vida de jubilado para descansar»

Iñaki Zarraoa pasará de ser alcalde de Getxo a pensionista. Ya ha regresado a su puesto de profesor de matemáticas en el Instituto Aixerrota, una plaza que dejó en 1984. Sólo las vacaciones le privarán de volver a las aulas, porque el 31 de agosto se acogerá a la jubilación anticipada de la que pueden beneficiarse los funcionarios mayores de 60 años. «Me incorporaré a la vida de jubilado para descansar y hacer cosas que antes no podía».

Claro que su condición de pensionista no frenará sus inquietudes. Ya ha formalizado su matrícula en la Escuela de Música para quitarse de encima una vieja espina que tenía clavada. Y hasta se ha apuntado «a un grupo de montaña para disfrutar del campo». «La etapa de desempeñar un cargo público ya ha terminado», afirma. Accedió a la Alcaldía en 1999, tras abandonar la dirección de la Radio y Televisión Pública Vasca (EITB).

ROSA MARI OSTOGAIN

Berriz

«Hoy es el día que sigo llamando al secretario»

Tras 16 años al frente de la Alcaldía de Berriz, Rosa Mari Ostogain (PNV) se reincorporará el próximo lunes a Lantik, empresa pública de servicios informáticos donde trabajaba como auxiliar administrativo. «Es un cambio radical. Antes me levantaba por la mañana y hacía un repaso de mi agenda, de lo que tenía que hacer o con quién había quedado. Ahora estoy más relajada, aunque tendré que ponerme al día en mi trabajo», explica.

Sin embargo, todavía no ha sido capaz de desconectar de la vorágine política. «Hoy es el día en que sigo llamando al secretario y a otros concejales para recordarles que no se olviden de que tal día hay tal cosa o de que hay algo pendiente por hacer. Igual les agobio un poco, pero soy así», lamenta.

Además de dedicarle más tiempo a la lectura -«tengo muchos libros pendientes por leer»- e ir al teatro, Ostogain se frota las manos pensando en los fines de semana que ahora tendrá libres. «Con tantos días, ¿no sé qué voy a hacer!».

A pesar de dejar el Ayuntamiento, seguirá trabajando por la localidad. Entre otras tareas, mantiene su compromiso con el Sáhara y otros países con los que colabora Euskal Fondoa, organismo del que dejará de también ser presidenta tras ocho años. De su amplia experiencia municipal, la ex alcaldesa se queda con el hecho de «poder estar con la gente, algo que es posible en un pueblo pequeño como Berriz».

JOSE LOIZATE

Garai

«No tengo tiempo para aburrirme»

Jose Loizate (PNV) ha cambiado la makila de alcalde del pequeño municipio de Garai por el carro para pasear a sus dos nietos, Xabier y Ander, unos mellizos de 22 meses con los que reconoce que se le cae la baba. «La verdad es que no tengo tiempo para aburrirme. Mis nietos son mi 'hobby''y cuando se van de vacaciones les echo mucho en falta». Loizate ha sido el alcalde más veterano en el Duranguesado tras 28 años de dedicación.

«He tenido cuatro hijos y salía a trabajar muy temprano por la mañana y no llegaba hasta la noche, por lo que mi mujer se encargaba de cuidarles».

Y prosigue su relato. «Ahora me doy cuenta de lo que supone atender a los niños y hago lo que no hacía con mis hijos», explica a sus 78 años este jubilado de ETB, donde realizaba tareas de chófer. Loizate aprovecha el tiempo libre para pasear, hacer recados en Durango, acudir a las reuniones del consejo rector de Ipar Kutxa al que pertenece, disfrutar de las cenas de los viernes con los amigos en la sociedad de Garai y escaparse de vez en cuando a Benidorm.

Con la marcha de Loizate, «después de casi media vida en el Ayuntamiento», el PNV ha perdido la Alcaldía, que ha pasado a manos de Herriko Taldea. «Nunca ha habido rivalidad política y los proyectos eran de todos. En pocos sitios habrá una sintonía como la que hay en este Consistorio y espero que lo siga habiendo, porque eso es bueno para el pueblo, que al fin y al cabo es por quien trabajamos», destaca el ex alcalde.

JOSÉ LUIS KORTAJARENA

Miraballes

«Mi etapa ha acabado, me jubilo»

El que fuera alcalde de Ugao-Miraballes deja atrás cuatro mandatos, 16 años de gestión municipal, que se dice pronto. El peneuvista José Luis Kortajarena (Arrigorriaga, 1935) ha entregado la makila a sus 71 años en su retirada de la escena política. Lo hace «satisfecho» del trabajo realizado y orgulloso de haber entrado en la historia como uno de los mandatarios más veteranos de Vizcaya.

«Mi etapa ha acabado, me jubilo de todo», comentaba Kortajarena días antes de unas elecciones a las que, por voluntad propia, renunció a presentarse. «He cumplido todo lo que prometí», aseguraba el antiguo regidor, que inició su larga trayectoria política en Ugao-Miraballes en 1987. Tras cuatro años como concejal, alcanzó el bastón de mando en 1991. Antes de meterse de lleno en la política trabajaba de comercial en Central Lechera Asturiana.

Ahora, Kortajarena tiene otros cometidos por cumplir. El más importante: devolver a su familia todo el tiempo que las obligaciones municipales le han quitado. «Quiero dedicar a mi mujer, a mis hijos y a mis nietos los ratos que no hemos tenido estos años. También me apetece leer, descansar y pasear, que me he hecho un poco vago,; quiero conocer los Países Bajos y volver a Alemania y al Reino Unido, a ver lo que han cambiado...».

RAFA IBARGÜEN

Basauri

«El que ha sabido mandar debe saber obedecer»

Rafa Ibargüen (Carranza, 1957) atiende la llamada de EL CORREO por la tarde. «Es sólo la tercera que recibo de la jornada». En los últimos ocho años, en los que ha ejercido como alcalde de Basauri, ha vivido colgado del teléfono, «y pendiente las veinticuatro horas del pueblo». Tras dos legislaturas como máximo edil y otros ocho años como concejal de Cultura y Educación, Ibargüen regresa a su antiguo despacho de la alameda Mazarredo de Bilbao, donde trabaja desde hace 23 años como planificador informático en la empresa Cimubisa, dependiente del Ayuntamiento bilbaíno.

«He cerrado un libro y abro otro», expresa gráficamente Ibargüen, quien afronta «como una liberación» su salida del Ayuntamiento de Basauri. «Durante dieciséis años he sacrificado a mi familia. Ahora tengo tiempo para leer, que antes no lo hacía porque no me concentraba, para ir al monte...» No es un hombre dado a la nostalgia porque «no hay que vivir de los recuerdos», pero no puede evitar echar la mirada atrás.

«Hemos puesto en marcha 120 proyectos de cierta entidad, como llevar a cabo el saneamiento, que quizá no han tenido glamour, pero que son importantes». Ya se ha incorporado a su antiguo trabajo con toda una declaración de intenciones: «el que ha sabido mandar tiene que saber obedecer».

JAVIER URIARTE

Abadiño

«¿Esto es vida!, estoy tranquilo y relajado»

Para Javier Uriarte (PNV) abandonar la Alcaldía que ha presidido durante dos décadas en Abadiño ha supuesto «un cambio radical» en su vida. «Antes era alcalde 24 horas, durante siete días a la semana y el día se me quedaba corto. Ahora estoy mucho más tranquilo y relajado. ¿Esto es vida!», reconoce.

El primer cambio trascendental ha sido dar de baja los móviles. Muchas veces se le podía ver hablando a dos manos. «Tenía dos móviles y siempre estaba enganchado al teléfono. Lo primero que hice fue quitar los dos números y cambiar por otro nuevo. Ahora no recibo más que una docena de llamadas al día y no son de trabajo, sino agradables y para preguntarme qué tal estoy», explica el ex edil, que el pasado día 16 de mayo entregó el bastón de mando, por primera en 28 años, a un grupo de la oposición, los Independientes.

Uriarte, de 59 años, señala que todavía no tiene muy claro qué es lo que va a hacer en los próximos meses, pero sí que abandona la política. Baraja la posibilidad de montar una empresa de carpintería, oficio al que se dedicaba antes de entrar en el Consistorio. «En julio descansaré e iré por las fiestas de los barrios como un vecino más, y en agosto, a cazar a Burgos, que es lo que me gusta». Tampoco perdonará los partidos de pelota: «antes no podía ni ir al frontón por falta de tiempo».

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