Para los ladrones que se las han llevado, no eran más que 300 kilos de bronce. Para los vecinos de un pequeño pueblo de Lugo, dos de las grandes joyas de la localidad.. Son las campanas de la iglesia, cuyo robo ha dejado a Abadín sumido en el desconsuelo. Las dos reliquias son del siglo XVII, y los ladrones han aprovechado que la iglesia está en un descampado y sin vecinos para llevárselas. Las dos campanas servían a los vecinos para comunicarse y ya han organizado una colecta para comprar unas nuevas. Mientras tanto la iglesia permanece en silencio.