La obra era ilegal y se ha cobrado la vida de cuatro obreros, dos españoles y dos marroquíes, que han muerto sepultados bajo los escombros. Les cayeron encima tres plantas del anexo al hotel Son Moll. Tenía 60 años de antigüedad y según los sindicatos era una locura acometer las obras sin licencias y sin medidas de seguridad. El complejo del hotel se ubica junto a la orilla del mar y para su reforma debían tirarlo. Sin embargo, sus dueños decidieron retocar solamente el interior. Pidieron la licencia de obras. El ayuntamiento se las denegó tres veces y pidió que pararan las obras. A pesar de esta...