En Pontevedra, un atraco de verdad fue tomado por una representación de carnavales. Valentín, dueño de la cafetería Crisis 08, pensó que el arma con el que le apuntaban tres jóvenes disfrazados era de juguete y el atraco una broma.Cuando comprobó sus intenciones, se enfrentó a ellos y en la huida uno le disparó. Valentín sólo se puso nervioso cuando vio el agujero que había dejado la bala y se dio cuenta de que se había estado jugando la vida.La Policía le ha dicho que ha vuelto a nacer pero no se siente un héroe porque dice que si hubiera sabido que la pistola era de verdad quizá nunca lo habría...