Tras 9 años de batalla en los tribunales, un vecino de Jaén ha conseguido que las campanas de la catedral de Jaén suenen más bajo y se adapten a la normativa de ruidos. La Iglesia tendrá que cumplir la sentencia en un mes. Muchos vecinos están de acuerdo con la decisión judicial porque es difícil descansar en las inmediaciones del templo. Otros creen que se trata de un sonido tradicional que hay que mantener tal y como está.