Hoy comienza el juicio contra un joven de Catarroja acusado de matar a sus padres con una catana, un sable japonés. Ocurrió hace dos años después de que a la familia le tocase la lotería. El fiscal pide para él 30 años de cárcel.Sergi era hijo único de Leonardo y Cristina. Un adolescente no demasiado sociable, inmaduro y bastante consentido. Una mente oscura que, según el fiscal, fue capaz de ejecutar a sangre fría a sus padres. Ocurrió en septiembre de 2007. Siete meses antes, la fortuna había sonreído a la familia Ferrer con un cupón premiado. Los investigadores creen posible que el dinero fuera...