En España, uno de cada diez conductores tiene más de 65 años. Casi el 90 por ciento de ellos reconoce que con la edad las condiciones físicas no son las mismas y muchas veces o no ven las señales o no las conocen. A pesar de eso, más de dos millones siguen conduciendo. Suplen esa pérdida de vista y reflejos con más cuidado al volante. Aunque alguno ven esa prudencia como un peligro. Pero ellos se defienden. Siete de cada diez mayores opina que los demás conductores son demasiado agresivos.