Se les conoce como "cuberos" y la mayoría son magrebíes. Se ganan la vida vendiendo pescado de forma ilegal fuera de las lonjas catalanas. A veces, van casa por casa vendiendo boquerones o sardinas. La policía asegura que son los propios pescadores quienes les venden el género más barato. Los Mossos de Esquadra identifican a un posible vendedor ilegal de pescado. Hoy no podrá hacer negocio, pero cada día su rutina consiste en ir al puerto, y ayudar a cargar y descargar los barcos, para que el patrón le recompense con un par de quilos de pescado. Son decenas de vendedores ilegales los que viven...