Atrapado entre dos edificios en 35 centímetros. Así quedó un niño en China en la ciudad de Guilin tras caerse por una ventana. Los equipos de rescate necesitaron cinco horas para sacarlo. Al quedar encajado evitó una caída mortal y sólo sufrió cortes en la cara. Lo que pudo ser una tragedia, acabó con un final feliz.