Focas sueltas e inofensivas. Ya hemos visto a vacas decoradas pastando por las calles. Ahora le toca el turno a estos otros mamíferos. Estos días en Avilés, Asturias, es fácil cruzarse con estas focas artísticas. Son dos docenas. La razón es que en el año 50, una foca de verdad llegó a la ría de Avilés y desde entonces, en esta parroquia asturiana consideran a este animal un símbolo de buena suerte. Ahora le rinden su especial homenaje.