¿Tienen 35.000 euros para comprar un anillo exclusivo o 150.000 para hacerse con un reloj cuajado de diamantes? La mayoría de los mortales quizá no, pero unos cuantos privilegiados nos aseguran que sí, porque la alta joyería apenas se ha resentido con la crisis. Para los que no puedan permitírselo en Iberjoya se encuentran también diseños para tiempos difíciles. Trabajos realizados con piedras sorprendentes. Volumen, movimiento y color, las tendencias de la temporada, pero a precios más asequibles y nuevas alianzas, el oro y la plata se unen en una misma pieza para abaratar costes.