Las urgencias de los hospitales de Osakidetza atienden cada día a casi 2.600 personas, el 65% por patologías leves o muy leves

El hecho de que Múgica haya querido resaltar que 618.011 vascos acudieron a los hospitales por dolencias banales concuerda con el mensaje que de un tiempo a esta parte el Departamento de Salud envía a la ciudadanía respecto al uso responsable de los servicios sanitarios para evitar largas esperas y no saturar los servicios. En esta línea, añadió que la asistencia de parte de estas personas debería haber sido en los puntos de atención continuada (PACs). Son los centros no hospitalarios para la atención urgente fuera del horario del centro de salud o en un día festivo.

En el balance, el número más llamativo es el referido a las consultas de atención primaria: un total de 11,6 millones, que se reparten entre médicos de familia (casi 10) y pediatras, y a las que hay que sumar otras 3,6 millones en enfermería. «Es una actividad estable en términos de cantidad, pero destaca que cualitativamente engloba citas espontáneas, programadas, urgentes, domiciliarias, así como las relacionadas con programas como el seguimiento de paciente crónico, pluripatologico, atención al desarrollo del niño o vacunaciones, entre otros».

En cuanto a las consultas especializadas en los hospitales suman 4,3 mllones, lo que supone un aumento del 3% respecto al ejercicio anterior.

En el balance de las listas de espera, la directora de Osakidetza asegura que el tiempo medio se mantiene en los parámetros de siempre: alrededor de 50 días para una intervención quirúrgica no urgente, mientras que la demora para una consulta con un médico especialista es de casi un mes y la de pruebas complementarias de unos 13 días

En este apartado, Múgica y Arcelay han resaltado el aumento en 4.305 de las intervenciones respecto del año 2016, hasta situarse en algo más de 127.000 operaciones. De ellas, el 60% en régimen de cirugía mayor ambulatoria, lo que permite dar el alta en el día. La directora de Osakidetza también se ha referido al «mantenimiento del número de pacientes en lista de espera, pese a que el envejecimiento de la población y las mejoras en técnicas quirúrgicas y anestésicas disminuyen las contraindicaciones debidas a la edad, con lo que la demanda de una operación va en aumento». Como dato significativo, ha comentado que el año pasado se intervino a 11.000 pacientes de más de 85 años.