Borrar
MORIRSE SERÁ OPCIONAL EN 2045

MORIRSE SERÁ OPCIONAL EN 2045

Ser eterno y más joven será posible en un puñado de años

jon uriarte

Sábado, 26 de mayo 2018, 00:32

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Tendré 79 marzos. Perdonen que haga cálculos egoístas. Pero es que me he enterado de que la muerte será opcional en 2045. Y una cosa ha llevado a la otra. Como en casa tengo casos tanto de longevidad como de vida escasa, desconozco la bola que me tocará en el bingo de la dama de la Guadaña. Lo que no deja de dar rabia. Porque los milenials lo tienen más claro. No habrán llegado al medio siglo y podrán hacer planes. En cambio usted y yo... ¿qué haríamos si llegados a esa fecha nos dan a elegir criar malvas o pasear palmito? Interesante reflexión. Ojo que no me he dado un golpe y desvarío. Lo del 2045 lo aseguran José Luis Cordeiro y David Wood. «La muerte de la muerte», así se llama un libro donde confirman el titular de hoy.

El primero es ingeniero y el segundo matemático y cofundador del sistema operativo Symbian. Dicen que existe la posibilidad científica de que muramos solo a causa de accidentes. Lo de palmar por enfermedad, se acabó. No pongan esa cara. Yo también me he sorprendido. Y no les digo nada lo que habrán pensado los ministros de economía, trabajo y hacienda de los países en los que cada vez alargan más la fecha de jubilación. De ahí que me esté acordando hoy de la familia de los señores Cordeiro y Wood. Si tenía complicado cobrar la jubilación algún día, no quiero imaginar lo que pasará ahora. Voy a tener que madrugar hasta que Paquirrín tenga 30 años cotizados. Es decir, hasta el infinito y más allá. Y luego está la calidad del asunto.

«Nunca te fíes de alguien sin pecados». Era una frase de mi padre y siempre la llevo en la memoria. Porque nadie está libre de mancha. Y en asuntos de vicios y excesos todos llevamos culpa. Solo que algunos no los ocultamos. Por eso, la clave no está en ser inmortales sino en disfrutar de esa inmortalidad. Si ya el segundo gin tonic me da la matraca al día siguiente no quiero pensar lo que puede ser teniendo 120 años. Te repite hasta la corteza de limón. Por lo que lo suyo sería quedarse en una edad aceptable. O regresar a ella. Y mira por donde, podría hacerse. Apunten este nombre. Elisabeth Parrish. La primera paciente humana que está haciendo un tratamiento de rejuvenecimiento total.

Es colombiana, como Cordeiro, y lleva en ello dos años. Que tampoco es como para echar cohetes. Tengo 52 y tener la cara de cuando tenía 50 tampoco me arreglaría nada. Digo yo. No sé cómo será en su caso, pero ambos científicos dicen que la cosa va bien y que su nivel de telómeros en sangre es veinte años más joven que antes del tratamiento. Parémonos aquí. Los telómeros son los extremos de los cromosomas. Pongan cara de que lo entienden que es lo que he hecho yo. Sigamos. La longitud de los telómeros determina, en parte, la longitud de nuestra vida. Y no sigo porque en asuntos científicos nunca hago pie. Lo único claro es que la señora va bien con el tratamiento. Poco más dicen los artífices de esta teoría sobre la muerte opcional. Si quieren saber más lean el libro. En su rueda de prensa se centraron más en que la clave del asunto está, cosas de la vida, en el maldito cáncer. Las células cancerígenas son inmortales. Se sabe desde 1951. Y en ello puede estar la respuesta a la inmortalidad. Sí, ya sé en lo que están pensando. Que no cabremos en el planeta. Pues también abordan ese asunto.

Aún cabe gente en la Tierra. Eso aseguran Cordeiro y Wood. Viejos, pero juntos. Lo que viene siendo una residencia para la tercera edad gigante y azul. No aclaran si cabrán más tontos. Lo dudo. Puestos a elegir, que sobrevivan los listos. O al menos, los que no den por saco. En fin, sigo. Según su teoría en Japón, por aquello de sus controles de natalidad, apenas tendrán hijos en medio siglo. Con lo que, quienes vivan, podrán repartirse el espacio vital. Y lo mismo en otros países de poco nacimiento. Lo que nos vuelve a llevar al principio. ¿Quién paga esta aventura? Pues aquí no lo dudan. La vejez deberá ser considerada enfermedad. Y al principio, como siempre ha pasado, solo podrán acceder a la terapia los ricos por vía privada. Pero luego llegará a la sanidad pública. Muy optimistas les veo. Pero quién soy yo para debatirles. Me conformo con vivir lo suficiente como para disfrutar de los míos, de mi tierra y de mis vicios. Eso sí, no quiero morirme sin ver levantar una copa o trofeo importante al Athletic. Digo yo, que siendo eterno, lo mismo tengo suerte.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios