Borrar
Urgente El servicio de metro en Basauri y Etxebarri se reanuda con frecuencias de 20 minutos
Los coches de lujo no son del gusto de la mayoría de las aseguradoras. Luis Calabor
Qué cosas no les gustan de ti (o de tu coche) a las aseguradoras

Qué cosas no les gustan de ti (o de tu coche) a las aseguradoras

Aunque la actual 'guerra' entre compañías ha hecho más laxos sus criterios de selección, sigue habiendo factores que les llevan a encarecer las pólizas o incluso a denegarlas

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Jueves, 7 de diciembre 2017, 00:39

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hay unas cuantas veces en la vida en las que una persona es sometida a un exhaustivo examen y observada con recelo: cuando conoce a sus futuros suegros, al pedir una hipoteca, al realizar una entrevista de trabajo... y al hacer un seguro para el coche. Este trámite, obligatorio por ley, hace que las aseguradoras miren con lupa a sus potenciales clientes. Si bien es cierto que la actual 'guerra' entre compañías ha hecho más laxos los criterios de selección, sigue habiendo factores que los profesionales del sector utilizan para identificar a personas solventes y con menos riesgo de sufrir accidentes, a los que intentarán 'quedarse' como clientes. Las que no encajen en sus criterios de negocio -porque tienen más papeletas de estar implicadas en un siniestro o de no hacer frente a los pagos- serán ahuyentadas con un método de probada eficacia: primas muy altas que pondrán en fuga a la mayoría.

Para 'elegir' a sus futuros asegurados, las compañías «trabajan mucho con estadísticas», afirma Luis Murgia, director de Movilidad del Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN). «Nosotros, la Dirección General de Tráfico y el Gobierno vasco disponemos de datos de accidentes graves. Pero ellas tienen también de los siniestros 'tontos', golpes de chapa... así que, en este sentido, son los que mejor información manejan», explica.

Esto explica que haya gente que pasea compañía tras compañía recibiendo negativas y, al final, debe recurrir al Consorcio de Compensación de Seguros, un organismo dependiente del Ministerio de Economía que asegura a quienes no logran una póliza en el mercado privado. Esto se hace porque, al ser obligatorio llevar seguro, el Estado garantiza que todo el mundo tenga la posibilidad de acceder a uno que le permita conducir. «Según nuestros últimos datos, tenemos 1.065 vehículos asegurados. Una cifra bajísima. En 2004, por ejemplo, teníamos 96.000, el 86% ciclomotores y motocicletas. Pero ese año empezó a cambiar la tendencia: el mercado de los seguros se ha hecho más variado y competitivo y los 'rechazados' que llegan a nosotros han ido a menos clarísimamente», apuntan fuentes del Consorcio de Compensación de Seguros. «Las aseguradoras, hoy en día, entran a casi todo», sentencian. Eso sí, aunque no se pongan exquisitas y concedan más seguros que nunca, sus criterios de selección siguen ahí y marcan lo que te cobran. Estas son algunas de las claves en las que se fijan.

1. El 'problema' de tener de 18 a 30 años

Los jóvenes, mirados con recelo

Es algo admitido que los conductores jóvenes, de 18 a 30 años, no son los más atractivos para las aseguradoras. Relacionan su escasa edad con un mayor riesgo de sufrir percances, con una conducción menos reposada... y con unos ingresos precarios. Según el Consorcio, «la gente muy joven tiene más dificultades», de ahí la triquiñuela ya muy común de que en el contrato del seguro aparezcan personas diferentes: el dueño del vehículo, su conductor y el que tiene el seguro a su nombre. A veces, pese a la juventud, ser hijo de un buen cliente puede allanar el camino.

2. Edades avanzadas

¿En serio que ha superado los exámenes médicos?

Ser muy joven es un factor que inhibe a las aseguradoras. Pero también ser muy mayor. Las cifras de siniestralidad avalan sus recelos. Aunque es cierto que todo conductor debe someterse a reconocimientos médicos que garanticen que pueden seguir en la carretera, lo cierto es que estos controles son una especie de 'maría', una asignatura que la práctica totalidad pasa sin problemas. «Hay hijos que llevan a los padres a hacerse las pruebas y cuando les dan luz verde para seguir conduciendo se echan las manos a la cabeza, porque conocen su situación y no quieren que les renueven -indica Murgia, del RACVN-. Cada mayor es un mundo, unos están bien para conducir y otros no. En este punto, sería mejor que el médico de familia, el que les conoce y sabe de sus enfermedades y sus medicaciones, pudiese intervenir para determinar si puede renovar el carné o no».

3. Cuestión de sexo

Las chicas inspiran más confianza... pero pagan igual

A las aseguradoras siempre les han gustado más las chicas. Las vinculan con mayor prudencia al volante y mayor madurez a edades tempranas. Sin embargo, aunque causen menos recelos, pagan igual desde que en 2012 el Tribunal de Justicia Europeo prohibió definitivamente que las empresas aseguradoras utilizasen el criterio del sexo en el cálculo del precio de las primas. No obstante, siguen prefiendo a las conductoras, aunque explícitamente no las puedan favorecer. «Tienen menos golpes, eso es una realidad», detalla Luis Murgia.

4. Los vehículos, también a escrutinio

La relación potencia/peso sí importa

La relación potencia/peso de los vehículos a asegurar es una de las cosas que miran las aseguradoras. Cuanta más potencia tenga un coche y más pese, más boletos de sufrir un accidente, según las estadísticas. Esto, evidentemente, inhibirá a muchas aseguradoras.

5. Coches de lujo

Reyes de la carretera, apestados de las aseguradoras

Tener un coche de lujo puede dar muchas satisfacciones... pero no a la hora de asegurarlo. Muchas compañías recelan de ellos. En caso de desperfectos, no es lo mismo cambiar una pieza de un utilitario que de un Porsche. Cualquier reparación es muy costosa, con lo cual, no les resulta rentable.

6. Los novatos, 'especie' a evitar

La experiencia, un grado

Algunas compañías no admiten asegurados con menos de dos años de carné. Ser novato es un problema. No quieren correr riesgos con personas que hacen sus primeros kilómetros. Además, si nunca han conducido, tampoco disponen de historial de accidentes ni de referencias que den pistas a las compañías de su comportamiento al volante.

7. Factor geográfico

Díme dónde vives...

Cuando una empresa de seguros te pide tu código postal, no sólo lo quiere para mandarte una postal de Navidad. Es para revisar la siniestralidad de cada zona y valorar el riesgo de hacerte una póliza. «A distinta provincia, distinta tarifa. Un conductor urbanita tiene más accidentes que uno de un pueblo pequeño, por ejemplo», explica el director de Movilidad del RACVN. Según los expertos, vivir en zonas muy castigadas por la delincuencia también es otro motivo para que te denieguen o encarezcan el seguro.

8. Listado de morosos

En busca de buenos pagadores

Algunas aseguradoras descartan totalmente a quienes aparecen en listados de morosos. «Protegen su inversión, no quieren gente que cause problemas. Si no, no les salen las cuentas», aclara Murgia. ASNEF, RAI, o CIRBE son algunas de las listas de morosos más importantes y concentran a la mayoría de personas con impagos de España. No abonar varias facturas -a veces, por cualquier error burocrático- puede hacerte aparecer en ellas y luego cuesta abandonarlas y 'limpiar' tu historial aunque hayas pagado tus deudas. Este tipo de información está al alcance de las aseguradoras, que hacen uso de ella, aunque no lo admitan, tal y como apostillan expertos del mundo del automóvil.

9. Fichero Sinco

El títular de la póliza tiene un pasado

Las compañías quieren saberlo todo del titular de la póliza y su forma de conducir. Para ello, cuentan con el Fichero Histórico de Seguros de Automóviles, conocido como SINCO, que facilita el acceso a información de las pólizas de automóvil y sus siniestros asociados, con la finalidad de que las aseguradoras puedan saber el tipo de conductor que eres. Por eso, cuando solicitas presupuesto para asegurar un vehículo, lo normal es que te pidan un número de póliza y aseguradora actual, o bien de otro vehículo que puedas tener asegurado. ¿El motivo? Cerca 90% de la aseguradoras tienen acceso al Fichero SINCO. «Cada vez se va más hacia los seguros personalizados, con tarifas menos uniformes. Es decir, que 'cada palo aguante su vela': se bonifica al que tiene menos siniestralidad y se ponen primas elevadas a los que sufren más accidentes -indican desde el Consorcio de Compensación de Seguros-. El único 'problema' de esto es que algunos pueden tener dificultades para hallar un seguro a un precio asumible o al precio del vecino».

10.

Taxis, motos, vehículos de alquiler y reyes del 'tunning'...

Aunque la brutal competencia en el sector de las aseguradoras han facilitado las cosas a ciertos tipos de vehículos a la hora de asegurarse a precios razonables, siguen existiendo 'bestias negras', como taxis, motos, cliclomotores y vehículos de alquiler y coches 'tuneados' que no son vistos con buenos ojos por la mayoría de las firmas debido a su relación con una mayor siniestralidad. Por eso, muchas veces recurren a firmas especializadas para hacer sus pólizas. Los coches tuneados son otros de los que causan recelos, ya que se vincula muchas veces a un perfil de conductor joven y a ciertas modificaciones que dan problemas en caso de accidente si no han sido declaradas y recogidas en la ITV.

¿Hacia un 'Gran Hermano' de la carretera?

En algunos países, como Reino Unido, empiezan a ensayarse seguros a la carta, según el uso que hagas del coche. «Te instalan un aparatito en el coche y pagas en función de los kilómetros que hagas, como ocurre con los móviles, que abonas más si hablas mucho», explica Murgia, del RACVN. Y no sólo miran cuánto conduces, también cómo (a qué horas, a qué velocidad...), lo que se reflejaría a la hora de pasarte la factura. «Quizá este sea el futuro, pero en España todavía estamos reacios a este cambio», manifiesta.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios