Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Sábado, 26 de mayo 2018, 00:14
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
«Oye, majo, mírame esta herida...» o «¡Eh!, rubio, dame algo para quitarme el dolor...». Imagine por un momento que el 'majo' o el 'rubio' es el médico al que se dirige un paciente. Resulta bastante impensable. Si las mismas frases se formularan en femenino -'...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Cómo llegó una valla de obra a lo alto del Acueducto?
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias destacadas
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.