El juez Lidón, 16 años sin justicia

«Han pasado 16 años desde que la organización liberticida nos arrancara la vida de José Mari», ha recordado Ibarra. «Y los asesinos no han sido juzgados ni ETA se ha disuelto». La Audiencia Nacional condenó en 2005 a Orkatz Gallastegi -hermano de Irantzu, la etarra que secuestró a Miguel Ángel Blanco- por facilitar la información que permitiría acometer el atentado. Pero no a sus autores.

La banda terrorista mató al juez Lidón el 7 de noviembre de 2001 pasadas las siete de la mañana en su garaje de Getxo. Lo hizo en presencia de su mujer, que este jueves ha realizado la ofrenda floral en memoria de su marido junto a la placa con su nombre que preside el hall de entrada del Palacio de Justicia de Bilbao. Al acto también han acudido, en nombre del Gobierno vasco, los consejeros Josu Erkoreka y María Jesús San José, así como la directora de Víctimas, Mónica Hernando.

El presidente de TSJPV ha reivindicado la memoria de los damnificados, como también lo ha hecho la fiscal superior, Carmen Adán. «Quizás como amigo o familiar, se pueda necesitar olvidar. Nadie puede criticarles por ello. Pero lo que hacemos hoy aquí excede de lo particular», ha defendido. «Hacemos nuestros sus compromisos de justicia y convivencia». Adán, que ha subrayado que «el mundo debe construirse desde los recuerdos», ha sido especialmente contundente: «Nos comprometemos a recordar su trabajo y su persona, pero también su asesinato, porque eso es lo que fue, un asesinato violento e injusto. Y no podemos permitir complejos o renuencias a llamarlo por su nombre», ha apostillado.

El encargado de clausurar el homenaje ha sido el presidente de la Audiencia Provincial de Bizkaia, que ha recordado que ETA arrebató la vida a José María Lidón, pero no consiguió su otro objetivo: «No nos atemorizó». En esta línea, ha animado al resto de jueces a seguir «el ejemplo» de Euskadi y «seguir cumpliendo con sus deberes, respetando la Constitución».