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Martes, 22 de agosto 2017, 13:25
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El conseller de Interior, Joaquim Forn, ha asegurado que no quiso «hacer política» ni «ofender a nadie» al distinguir entre víctimas españolas y catalanas en los atentados de las Ramblas y Cambrils. El dirigente de la Generalitat protagonizó esta polémica al informar sobre los muertos en los ataques del pasado jueves en Cataluña.
El domingo Forn explicaba que se habían contabilizado trece personas fallecidas, y tras enumerar varias nacionalidades de las víctimas finalizaba diciendo que entre los muertos se encontraban «dos personas catalanas y dos personas de nacionalidad española». «No he querido ofender a nadie. La gente nos pedía constantemente si eran catalanas o no. No rectifico», ha explicado este martes en una entrevista en Rac1, y ha pedido «que no se polemice» con este asunto.
Joaquim Forn protagonizó ayer una nueva polémica tras mantener un rifirrafe con dos periodistas que le reclamaban que se hicieran en castellano las comparecencias en las que autoridades policiales y políticas informan sobre las novedades en la investigación. «En Cataluña hay dos idiomas oficiales», respondió el conseller a la petición de los reporteros. En una línea similar, el mayor de los Mossos d'Esquadra, José Lluis Trapero, explicó que si le hacen la pregunta en catalán iba a responder en catalán y si se la transmiten en castellano lo haría en castellano.
Respecto al punto en el que se halla la investigación, el responsable de Interior de la Generalitat ha dicho que los Mossos d'Esquadra tienen constancia de los discursos que se pronuncian en los oratorios musulmanes pero que aquellos individuos que quieran inculcar un discurso radical «han aprendido» y no lo harán en público.
Además, ha reclamado que los agentes dispongan de más información sobre el paso por prisión de los imams y ha exigido una mejora de la información recibida, después de que el de Ripoll (Girona), al que se le atribuye la radicalización de los terroristas, cumpliera pena de prisión entre 2010 y 2014 en Castellón por un delito de tráfico de drogas y los Mossos no tuvieran constancia.
Preguntado por el asunto de los bolardos en La Rambla de Barcelona, Forn ha negado que exista una discrepancia entre el Ayuntamiento y la Generalitat, y ha asegurado que la instalación de medidas disuasorias sería complicada y dejaría al descubierto otras zonas de la ciudad. No obstante, ha reconocido que el debate sobre este tipo de medidas corresponde a los expertos y ha concedido que «hay mejoras por hacer».
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