¿Cómo explica el Estado Islámico el atentado de Barcelona a sus terroristas?

'Rumiyah' -Roma, en árabe- es el medio de difusión más elaborado del EI y está dirigido a los terroristas que se encuentran lejos de sus feudos de Siria e Irak. Sus contenidos tienden a exagerar sus atentados y sus supuestos éxitos, al tiempo que ignoran las derrotas que están sufriendo en su califato. Dentro de este mensaje de mentiras y medidas verdades, Barcelona supone para ellos un ataque para que España deje de tener relaciones con la coalición que lidera Estados Unidos en Irak. De forma genérica, el Estado Islámico culpa a los españoles de estar formando «al ejército infiel», en una referencia nebulosa a la presencia de militares y guardias civiles como instructores de la Policía iraquí.

En ese punto, los propagandistas del Estado Islámico recuerdan los ataques del 11 de marzo de 2004 y cómo los españoles «siguieron sufriendo hasta que se les obligó a retirar sus tropas de Irak». «Parece que no han aprendido nada de esta lección·, afirman los yihadistas. Es paradójico que el EI se refiera a esta acción inspirada por Al Qaida, uno de las organizaciones con las que ahora compiten los terroristas de la bandera negra. También aseguran que los ataques van a continuar «mientras sigan en guerra con el Estado Islámico».

Todo el discurso está lleno de las referencias medievales que fascinan a los seguidores del Estado Islámico y que inflaman su retórica. El atentado de la Ciudad Condal fue un ataque contra «judíos y cruzados» en el que se les están pagando su 'tawaghit'. Este término coránico de difícil traducción se refiere a los blasfemos que adoran falsos ídolos y que además propagan esta fe. Y como en otros textos, vuelven a referirse a su imaginaria guerra global contra los musulmanes en los que ellos serían los encargados de ejecutar la venganza.

Desde un punto de vista visual, además de tres imágenes de los atentados -en la portada, en la contraportada y en una fotografía interior-, los yihadistas dedican también una página a la Sagrada Familia. Esta es la primera vez que este edificio religioso aparece en la revista y la segunda en la que un enclave español es utilizado en las fotos. La anterior referencia a España fue la Alhambra de Granada. Al parecer, la obra de Gaudí sí que era el objetivo de los terrorisras de Cataluña.

Los terroristas vuelven a utilizar su retórica para explicar el atentado a sus seguidores. Ocultan la muerte de sus terroristas en la acción y hablan de dos 'unidades encubiertas', cuando lo que realmente sucedió es que una célula terrorista comenzó a actuar de forma desesperada después de que su taller de explosivos explotase de manera fortuita. Los propagandistas, además, mezclan el número de heridos con el de fallecidos para que la cifra de afectados resulté mayor y entre sus logros se refieren de forma genérica a «la atmósfera de terror y pánico que se extendió por Europa».