EH Bildu pide a Urkullu que rompa con los socialistas

En un duro discurso en el que ha acusado al Gobierno que componen PNV y PSE de ser «un lastre para el país» y al lehendakari de carecer de «liderazgo, ambición y determinación», Maddalen Iriarte ha puesto sobre la mesa la voluntad total de EH Bildu a dialogar. Pero cambiando las reglas del juego y marcando distancias con España. «Ya conocemos el resultado que dan las recetas antiguas así que necesitamos nuevas salidas, nuevas oportunidades», ha reclamado. En su opinión, el nuevo tiempo también debería abrirse en Euskadi, donde ha ofrecido a Urkullu un pacto «de país» si rompe con los socialistas.

Para la portavoz de EH Bildu, que ha llamado al resto de fuerzas a sumarse al «buen acuerdo» alcanzado con el PNV para reformar el Estatuto o a no ejercer un «abuso de poder» para frenarlo, toda mejora que pueda alcanzarse en el País Vasco pasa por la independencia y el reconocimiento de Euskal Herria como sujeto político para poder aplicar políticas diferentes. Más allá del debate identitario, para Maddalen Iriarte, el actual vínculo con España «significa no poder decidir sobre 8.000 millones de euros, un tercio de nuestras finanzas».

Iriarte ha recordado durante su alocución a los pensionistas que se manifiestan en las calles, a empresas como La Naval que atraviesan problemas, al incremento de víctimas de la violencia de género, la sombra de la corrupción que acecha sobre el PNV con tramas como el 'caso De Miguel', al paro juvenil y las consecuencias de la economía sumergida para pedir al Gabinete Urkullu «menos autocomplacencia». «Viven alejados de la realidad y de la calle», ha lamentado la portavoz de EH Bildu.

Además de llamar a la convivencia en el nuevo tiempo abierto tras el fin de ETA, «en el que ya está EH Bildu», Iriarte ha reclamado al Gobierno de Sánchez que ponga fin «inmediatamente» a la dispersión de los presos de la banda. Pese a que ya se han registrado varios acercamientos, para Iriarte el Ejecutivo del PSOE «no ha cumplido las medidas que anunció y una y otra vez impone condiciones nuevas (a los reclusos) para mantener la excepcionalidad».